El diputado de la CUP en el Parlament Benet Salellas advirtió ayer que su formación sigue rechazando que el presidente Artur Mas sea reelegido en el cargo, aunque siguen abiertos a continuar negociando con JxSí.
Lo dijo en Manresa durante uno de los discursos para cerrar el Debat Nacional de los dirigentes de la formación con su militancia para debatir la marcha de sus negociaciones postelectorales con JxSí, y durante el acto le aclarmaron los asistentes al grito “Alerta Convergencia, se nos acaba la paciencia”.
“Continuaremos proponiendo, discutiendo, esforzándonos y sentados a la mesa hasta que definitivamente se nos ponga sobre la mesa un proceso de ruptura, un plan de choque (social) y una Presidencia que no recaiga en la persona de Artur Mas”, dijo.
Salellas reprochó a JxSí que “siguen proponiendo lo mismo que el 27S”, mientras que la CUP no paró de proponer y moverse para conseguir un acuerdo.
elecciones en marzo
El exdiputado de la CUP en el Parlament David Fernandez, que le precedió en los discursos, afirmó que el acuerdo de Govern es posible pero “depende del qué, del cómo, del cuándo y también del quién”. “Nuestro debate no es marzo o Mas”, insistió en alusión a aceptar a Artur Mas como presidente o no hacer un pacto con JxSí pero verse obligados a nuevas elecciones en marzo.
Aludió implícitamente a CDC para decir que “la CUP no tiene culpa” de que haya partidos con acusaciones de corrupción y con aplicación de grandes recortes.
También se refirió implícitamente a los convergentes para reprocharles “que se creen que tienen la gestión patrimonialista del proceso soberanista, y confunden a miles y miles de personas con un solo proyecto y con un solo partido”.
“Todos nos necesitamos; hoy, más que nunca. No hay zona a la intemperie”, advirtió Fernández.
Para cerrar su discurso aseguró: “Nunca fallaremos a la justicia social de nuestra gente”, poniendo énfasis en que el acuerdo de Govern debe implicar determinadas políticas sociales, como ha dicho Salellas.
mover ficha
La diputada del Parlament Anna Gabriel también quiso reivindicar las políticas sociales, y además dejó claro que no pretenden verse obligados a que haya que convocar otras elecciones, aunque matizó que, si finalmente se convocan comicios en marzo, habrá sido porque los otros negociadores “no han movido la ficha que la gente pida que muevan”.
“Concurrir a las elecciones de marzo, no. Nunca hemos puesto las elecciones sobre la mesa. Han sido ellos”, aseguró.