Con sabor agridulce hizo su camino de regreso a casa el Valdetires, merced a cómo se produjo el empate en la pista de Ezkaba. Unas tablas que llegaron en la recta final de un encuentro en el que las ferrolanas estuvieron siempre por delante, y eso a pesar de que la formación de Diego Pardo llegaba al encuentro con muchas de sus jugadoras “tocadas”. Así, la meta Carmen jugó lesionada, Sheila recayó de su dolencia, Diana sufrió un golpe y Lidia otro en la nariz que, debido a la hemorragia, la llevó a dejar el juego en la primera parte y no pudo volver a salir hasta la segunda.
Unas circunstancias que no impidieron a las departamentales pelear ante un rival directo en este tramo liguero, llegando a colocarse con un favorable marcador de 2-0, fruto de los tantos de Pauliña –esta jugadora fue también la encargada de anotar el tercero– y de Erika. El trabajo ferrolano en esta ocasión no tuvo la recompensa esperada, ya que, con las locales esperando a la contra y con balones directos, el Orvina lograron empatar en una última jugada en la que, enganchando una pelota que rebotó en una jugadora ferrolana, firmó el 3-3 que dejó frías a las de Diego Pardo, que lo siguieron intentado sin éxito hasta el último minuto del choque. l