Con su clasificación para disputar la carrera de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Miriam Casillas (Badajoz, 1992) cumplió un sueño que hace año y medio ni se planteaba, que empezó a ser su objetivo unos meses después y que hace tres se convirtió en una realidad. La triatleta extremeña, que lleva unas semanas en Madrid afinando su condición para llegar a esta cita en las mejores condiciones, viajará mañana a esta ciudad de Brasil para hacer frente a una carrera que se desarrollará el sábado día 20 y en la que asegura que ya estará satisfecha “con darlo todo”. 
Miriam Casillas se presenta a los Juegos Olímpicos después de protagonizar una estresante clasificación, ya que en poco más de un mes compitió en cuatro continentes –en citas de la Copa del Mundo y de las Series Mundiales– con el objetivo de sumar los puntos necesarios para que España tuviese tres plazas para su delegación femenina –Ainhoa Murua y Carolina Routier ya tenían garantizada la suya–. “Fue un período muy duro y muy tenso”, reconoce la extremeña que, sin embargo, consiguió unos resultados buenísimos, que le hicieron conseguir su objetivo..

PREPARACIÓN
Tras solo una semana de descanso, la triatleta extremeña empezó su preparación para una prueba que se disputará a partir de las 17.00 horas del próximo sábado y que comenta que va a resultar muy exigente. “El año pasado estuve en la prueba que se celebró en Río de Janeiro y es un circuito muy duro en el segmento ciclista, ya que tiene una cuesta con un desnivel de casi el 20% que se repite ocho veces. El tramo de natación, además, se realiza en mar abierto, por lo que depende del día que haya olas, que no las haya...”, explica antes de apuntar que en la competición brasileña “van a estar las triatletas más completas y no hay que tener ningún fallo, pero yo ya estará contenta solo con darlo todo durante la carrera”.
Así que, con la conciencia de haber realizado la mejor preparación posible, Miriam Casillas solo cuenta las horas para viajar y, a partir de ahí, darlo todo en la cita de Río de Janeiro, que supone cumplir un sueño.