La noticia, documentada la pasada semana por el medio eldiario.es, revelaba que el mencionado contrato había sido paralizado desde el año 2016 por la insistencia por parte del Ministerio de Defensa –dirigido en aquel momento por María Dolores de Cospedal– de equipar los buques con el sistema de defensa “Sea Ceptor” de la compañía armamentística francesa MBDA –de la que Morenés fue director general entre junio de 2010 hasta septiembre de 2011–, en lugar del estándar europeo ESSM, de fabricación estadounidense, utilizado en muchos otros buques de defensa españoles.

Según esta información, el Gobierno de Mariano Rajoy invirtió 9,5 millones de euros para realizar un estudio de viabilidad y adaptación de la tecnología francesa en las fragatas F-110, una decisión presuntamente contraria a la de los ingenieros de las Fuerzas Armadas, que recomendaban continuar con el sistema inicialmente contratado, pues permitiría comenzar a fabricar las naves mucho antes y supondría un importante ahorro a la hora de comprar los misiles.

En su comparecencia ante los medios, el portavoz de En Marea, Luís Villares, afirmó que se trataba de una “situación absolutamente inaceptable, un caso de corrupción institucional e de uso pernicioso das institucións que causou a perda de carga de traballo nunha comarca especialmente golpeada pola crise e pola falta de oportunidades laborais” Villares exigió, además, que el plan de jubilación presentado por Navantia se lleve a cabo de forma gradual para “aproveitar a experiencia actual” y que permita “a necesaria transferencia de coñecemento”. Por último, el portavoz urgió a la Xunta a comenzar las obras de construcción del dique seco de Caranza.

Por su parte, la líder del BNG, Ana Pontón, aseguró que “no puede pasar un minuto más sin que Feijóo dé explicaciones por estas acusaciones de grave calado”, afirmando que se trataba “como mínimo de un delito de prevaricación”. Pontón solicitó, además, que el Ejecutivo central remita toda la documentación disponible a la justicia para que se abra una investigación al respecto.
De momento el único representante del PPdeG en pronunciarse sobre este nuevo escándalo fue el portavoz de la formación popular en el Parlamento de Galicia, Pedro Puy, que aseguró que la decisión de los misiles se debía a un “debate técnico”. Puy señaló que el único conflicto era apostar por un sistema americano o uno europeo, afirmando que no había más connotaciones.
Por último, el grupo municipal del PSOE de Ferrol criticó la situación la semana pasada –tras conocerse la noticia–, asegurando que el “Partido Popular, de novo, adícase a favorecer o negocio entre os seus en lugar de preocuparse pola cidade”. Así, la formación exigió que el grupo de Gobierno de Galicia “asuma a súa responsabilidade coas comparecencias do presidente, Alberto Núñez Feijóo” y de Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal.