La sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo acogió ayer un juicio contra Ernesto Bugliot Mato, acusado de sustracción con violencia, robo con intimidación, lesiones y dos delitos de violación, uno de ellos en grado de tentativa, para el que el fiscal pide 31 años y medio de prisión mientras que la defensa reclama la libre absolución.
Bugliot Mato, acusado de violar a una camarera de un local de la Ronda da Muralla en marzo de 2013, negó la acusación y relató que, después de pagar sus consumiciones, preguntó a la camarera por el precio de una bebida y, al señalar la botella con el dedo, cayó otra en la cabeza de la víctima. Además, señaló que la mujer estaba sin pantalones.
golpes con un paraguas
La versión de la camarera es totalmente diferente. La mujer explicó que el hombre la agredió sexualmente con la introducción de los dedos en su vagina, después de intentar robar, darle un botellazo en la cabeza además de varios golpes con un paraguas.
Ella pudo pulsar el botón de la alarma en la barra para avisar a la policía, a la que él recibió con la frase “estoy ocupado”.
La víctima señaló “me vi muerta”, porque él decía “no me mires, que te mato”. La mujer confesó que todavía hoy en día padece secuelas que le impidieron contar el episodio violento a su familia.
También prestó declaración la víctima de una agresión sexual en grado de tentativa, que se produjo días antes del episodio con la camarera.
Al parecer Bugliot se introdujo en el coche de la mujer, le sustrajo noventa y cinco euros e intentó tocarle el escote pero no le fue posible porque ella vestía un abrigo.
La víctima de esta otra agresión, que no tuvo dudas en la rueda de reconocimiento para identificarlo, logró abrir la puerta del coche para escapar y él huyó. Bugliot Mato también negó estos hechos.
Las indemnizaciones que la acusación pide para las víctimas son de 15.800 y 6.400 euros, respectivamente.