Miles de vecinos, trabajadores de las industrias auxiliares y de la propia Endesa, transportistas de carbón, representantes sindicales y ediles y miembros de todas las corporaciones municipales de las comarcas de Ferrol, Eume, la Mariña Lucense y Terra Chá, se manifestaron ayer en As Pontes en contra de la paralización de la central térmica de la localidad. La planta eléctrica pontesa no solo supone una importante infraestructura para el tejido industrial de toda el área, sino un motor económico de Ferrolterra.
La protesta dio comienzo a las doce de la noche de ayer, con una jornada de huelga de 24 horas de todas las compañías auxiliares. A esta acción se sumaron además los colegios, que suspendieron las clases durante todo el día, y comercios y locales de restauración, que echaron el cierre durante todas las protestas.
El colofón de las movilizaciones, no obstante, tuvo lugar en la plaza del Carmen. Allí, a partir de las siete de la tarde, más de 5.000 personas –según la organización– se concentraron para exigir una “transición ecológica justa” y mostrar su repulsa por la parálisis de la central desde el pasado 26 de abril. Según la organización de la movilización, esta fue la protesta más multitudinaria de todas las celebradas a raíz de la crisis energética, hasta llegar al punto de que la cabecera de la manifestación llegó a coincidir con la cola de la misma, que aún no había salido del punto de inicio –que también era el final–.
Al término de la marcha, el alcalde de As Pontes y presidente de la Diputación, Valentín González, leyó un manifiesto en el que defendió que la central se encuentra en pleno proceso de adaptación a la normativa europea de emisiones, destacando la gran importancia de la misma para el tejido económico de la comarca. González Formoso recordó que el Concello recibe “en concepto de impostos por esta central térmica máis de tres millóns e medio de euros que supoñen case o 30% do orzamento municipal”.
Reacciones políticas
A pesar de que la problemática de la central térmica parte del mercado de emisiones europeo –abierto a la especulación tras el agotamiento de los bonos de reserva de los años de crisis–, la parálisis de la planta de Endesa ha generado hasta la fecha todo un alud de críticas, ataques y reacciones diversas por parte del sector político.
Así, el secretario general del PSdeG, Gonzalo Caballero, aseguró que su formación estaba “involucrada” en la búsqueda de soluciones ante la crisis desatada en As Pontes. Por su parte, el presidente provincial del PP, Diego Calvo, recordó la batería de medidas fiscales propuestas por su partido para dar continuidad a la producción energética, al tiempo que cargó contra el ejecutivo de Pedro Sánchez. Finalmente, el diputado del BNG, Xosé Luís Rivas, destacó la responsabilidad de la empresa a la hora de garantizar la continuidad industrial en la localidad y la provincia. l