La Casa Consistorial de Ortigueira acogió ayer el sorteo de las 24 viviendas de promoción pública de las que dispone el Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) en el municipio. En el acto se anunció a los futuros residentes que se atenderá la petición del alcalde, Rafael Girón, de dotar de mobiliario a las cocinas de todas las viviendas antes de proceder a su entrega.
Previo al sorteo para determinar qué piso le correspondía a cada demandante, los representantes del IGVS recordaron a los allí presentes las condiciones de acceso a los pisos. La mayoría se entregarán en régimen de alquiler, dado que buena parte de los adjudicatarios disponen de ingresos ponderados inferiores a 1,5 el Iprem, a precios que oscilan entre los 60 y los 140 euros mensuales, con opción de compra.
Además, durante el acto se comunicó la intención del Instituto Galego de Vivenda e Solo de atender, de forma inmediata, el requerimiento trasladado por el regidor municipal en el sentido de equipar las cocinas antes de la entrega de los pisos; una medida que, sin duda, supondrá un notable alivio económico para los futuros residentes que ya no tendrán que hacer frente a esa inversión.
Concluido el momento de la designación de los pisos, los adjudicatarios ya tuvieron la ocasión de ver las viviendas que les correspondieron por una cuestión de azar.
En total, se distribuyeron 24 pisos, situados en el centro urbano de la villa de Santa Marta, atendiendo a las necesidades de espacio acreditadas por los demandantes del registro de los pisos en cuestión. Así, fueron sorteados ocho apartamentos de una habitación, ocho de dos y otros tantos de tres dormitorios, todos con plaza de garaje y trastero.
El regidor municipal del Concello de Ortigueira, Rafael Girón, apuntó la importancia de que por fin, tras años de trámites, se haya procedido a la adjudicación de los pisos, por cuanto facilitará el acceso a una vivienda digna a personas con recursos económicos limitados, contribuyendo además al objetivo de fijar población en el municipio.
La compra, por parte del IGVS, de unas viviendas que habían sido construidas por Xestur desbloqueó una situación que, aún así, tardó años en llegar al momento en el que actualmente se encuentra.