Pocas cosas positivas se pueden decir de la pandemia de coronavirus. En su faceta más optimista, la enfermedad ha logrado que se pongan en valor profesiones denostadas o que su cometido se daba por hecho, como los profesionales del sector servicios o sanitario. Sin embargo, mientras la sociedad confinada fija su mirada en los hospitales, los científicos continúan su labor de buscar soluciones frente al Covid-19.

Así, hablamos con el ferrolano Óscar Cascón Salgado, Doctor en Química por la universidad de Cardiff, en Gales, e investigador de la compañía AMSLab, asentada en Lugo, y que está desarrollando nuevos test de detección del coronavirus, además de materiales para la fabricación de EPIs.

¿En qué consisten las labores de detección de coronavirus que están realizando? 

Estamos trabajando realmente en dos tests. Son dos tecnologías diferentes  y cada una tiene sus propias ventajas. Uno de ellos es la PCR –Reacción en cadena de la polimerasa, en inglés– que básicamente es la técnica que se está utilizando en los hospitales para detectar el Covid-19 y se trata de adaptar lo que se está haciendo en todas partes para incrementar un poco la capacidad del sistema para realizar esta detección. Y la otra tecnología también se basa en PCR pero de un modo distinto, dado que va a temperatura de isoterma y que lleva una tecnología diferente, y su gran ventaja es que no requiere de un termociclador, que es el aparato que tienen que comprar los hospitales y cualquier laboratorio que quiera hacer PCR. Esto lo que nos va a permitir es elaborar un kit de fácil y sencillo manejo para cualquier persona. 

No tiene que ser un especialista y no requiere de un equipo, por lo que este análisis se puede llevar a cabo en cualquier sitio. Esta es una tecnología que ya hemos usado antes, no es una invención de AMSLab, es algo que ya está publicado, pero nosotros ya lo habíamos adaptado en el pasado a la detección de otras enfermedades para una serie de proyectos que teníamos, como la detección de bacterias, y había funcionado muy bien.
 
¿Y en lo referente al desarrollo de materiales para EPIs? 

En cuanto a los EPIs, AMSLab, aparte del área biotecnológica tiene una sección de textil y estamos trabajando para las grandes empresas que están reconvirtiéndose en productoras de EPIs. Les estamos ayudando en el diseño de estos materiales a través de una serie de tests que estamos haciendo de pruebas que ellos están haciendo. Entonces es un proceso de prueba y error. Ellos hacen un prototipo, nos lo mandan, hacemos los tests, y si falla se les devuelve para que vuelvan a hacerlo hasta que damos con el diseño adecuado para el EPI.

¿Cuál es su cometido en todo este proceso innovativo? 

Yo estoy trabajando en una parte más orientada al desarrollo, una de la que no se habla mucho de ella, pero que consiste en la detección del Covid-19 por otra técnica, que es proteómica mediante espectrometría de masas. Nosotros somos expertos en espectrometría de masas y la idea es detectar con esta técnica, que no es la más rápida ni la más barata, pero la estamos intentando poner a punto por si hay una sobresaturación de la PCR, que depende de reactivos que tienen que venir de China u otros países. 

Esta técnica sería autosuficiente aunque más lenta, pero en caso de saturación sería algo de lo que no dependeríamos del exterior. Ese es un poco mi trabajo, y también estoy asistiendo a los compañeros de la PCR en el desarrollo que están haciendo. 

Mi cometido en ese sentido es la revisión bibliográfica y ayudarles en experimentos que están realizando. 

Desde el inicio se habla mucho del personal sanitario y demás profesionales, pero poco del plano científico. ¿Cree que en España se invierte lo suficiente en I+D+i? 

Hasta ahora claramente no se ha invertido lo suficiente en I+D+i y se refleja claramente en la situación que tenemos ahora. Hay otros países que están teniendo una respuesta más rápida que nosotros a los problemas que están surgiendo con el Covid-19 y es porque tienen un brazo bastante fuerte de investigadores que son capaces de adaptar técnicas analíticas, como a lo mejor estamos haciendo ahora en nuestra empresa rápidamente porque tenemos gente con mucha experiencia investigadora, pero esto no ocurre así en todos los sitios de España. Si tuviéramos un tejido más amplio y más robusto de I+D+i podríamos hacer frente mejor y más rápido a los problemas que estamos teniendo ahora mismo.

Según su experiencia internacional ¿Cree que España lo está haciendo bien a la hora de afrontar el coronavirus? 

Creo que teníamos muchas carencias debido a la falta de inversiones en el área de prevención y de I+D+i, pero creo que con lo que tenemos lo estamos haciendo bastante bien. El problema, como dije antes, es que tenemos que tener más músculo de investigación y de servicios científicos para afrontar esto. Estamos aprovechando lo que tenemos, pero tenemos una serie de carencias.

En los últimos años ha crecido por todo el mundo una tendencia hacia el anti-intelectualismo y el rechazo a la ciencia ¿Cree que esta pandemia terminará con esto?

Yo tengo la esperanza de que esta crisis va a cambiar esa visión, porque hasta ahora la ciencia se veía casi como un lujo. Pero ahora mismo, con el problema que tenemos con el Covid-19, parece que todo el mundo está buscando la solución en la ciencia, porque es lo único que puede aportar soluciones. Creo que a lo mejor soy demasiado optimista, pero que algo de esta búsqueda, de los científicos que están trabajando ahora, va a quedar a posteriori. Esto nos ayudará a afrontar mejor la siguiente pandemia que venga.

De un modo similar a la tendencia anterior ¿cree que la pandemia cambiará el paradigma social de las profesiones que consideramos necesarias? 

Yo la verdad es que soy optimista al respecto y creo que sí, que debería haber una revalorización de ciertas profesiones que hasta ahora estaban muy infravaloradas, como son los profesionales sanitarios o los científicos. No se trata de que los médicos y los científicos ganen como futbolistas. Hablo más de un prestigio social que debería de aumentar en este ámbito. Profesiones de este tipo están un poco denigradas y debería mejorar un poco como la sociedad las ve.