No va a ser fácil acabar la liga regular del grupo I en lo más alto de la tabla clasificatoria. El punto que el Racing sumó ayer en su partido frente al Lealtad sella de manera matemática su clasificación para la fase de ascenso a Segunda, pero ahora el equipo ferrolano no se conforma con eso. Después de ostentar el liderato desde la séptima jornada de la competición, el equipo ferrolano quiere acabar en ese lugar para, de esta manera, tener más opciones de lograr el ascenso a la categoría de plata. Y este último resultado, a pesar de ser positivo por el escenario donde se sumó y cómo fue el encuentro, le hará hacer frente a las cinco últimas jornadas de la liga regular con un margen de error casi mínimo.
No fue un encuentro cómodo para el Racing, que desde el primer minuto se vio obligado a jugar a algo que no le gusta demasiado contra un Lealtad que, en cambio, se encontró muy cómodo. Así, salvo un lanzamiento de Borja Domínguez desde la frontal que se fue demasiado alto, fue el cuadro asturiano el que llegó con más peligro a la portería rival, aprovechando su fortaleza en las disputas, la insistencia de todos sus jugadores y la rapidez a la hora de terminar las acciones. Fue de esta manera como se adelantó en el marcador tras una acción en la que la defensa racinguista no tuvo la contundencia suficiente como para despejar la pelota, que quedó a pies de Álex que, dentro del área, pasó atrás para que David González empujara la pelota al fondo de las mallas para adelantar a los suyos.
En vista de esta situación, y de que la manera en la que se estaba jugando el partido no le iba a traer nada bueno, Miguel Ángel Tena trató de variar el rumbo del encuentro desde el banquillo y, con los cambios que introdujo, apostó por intentar jugar –pese a las dificultades que para ello le planteaban el rival y el escenario– más. Esa variación apenas se tradujo en ocasiones, pero por lo menos sí derivó en que el cuadro verde se hiciese dominador de la situación, llegando con más claridad a los dominios de un rival que ya empezaba a apostar por mantenerse bien resguardo en su parcela defensiva para buscar el peligro a través de las contras.
dominio
Los cambios realizados por el Racing ya en la primera parte y la exigencia derivada del resultado que se registraba en el marcador provocaron que la segunda discurriese, casi en exclusiva, en el campo del Lealtad. El Racing, de todas maneras, no fue tan brillante como en otras ocasiones y, al menos, al principio, sus opciones no llegaron más que a través de acciones a balón parado. Sin embargo, a medida que pasaban los minutos, las llegadas del cuadro verde iban ganando claridad –un disparo ligeramente alto de Borja Domínguez, otro de Peláez desde la frontal que desvió el meta local...– hasta que Joselu estableció el empate a falta de un cuarto de hora para que el tiempo reglamentario finalizase.
A partir de ahí, el cuadro verde arriesgó en busca del empate que le diese los tres puntos, algo que también permitió estirarse a un Lealtad que sembró algo de incertidumbre en alguna contra. Pero, pese a opciones tan claras como la que tuvo Héber Pena en el tiempo añadido –un remate desde la frontal que se marchó alto–, el marcador ya no se movió. Ahora la renta del Racing en liderato puede quedarse en dos puntos si su homónimo santanderino gana hoy, a falta de cinco jornadas para el final.