Representantes de los sindicatos en las factorías de Navantia en la ría de Ferrol –CCOO, UGT, CIG y MAS– volvieron a escenificar ayer su rechazo común a la actual dirección de la compañía pública y a la gestión que esta viene realizando desde 2012. Reiteraron, además, su intención de solicitar la dimisión de José Manuel Revuelta y anunciaron que iniciarán una ronda de contactos con todos los ayuntamientos y gobiernos autonómicos donde Navantia tenga presencia, así como con la comisión de Industria en el Congreso.
Estas medidas, tal y como informó ayer el presidente del comité de empresa de Navantia Ferrol, Javier Galán, se acordaron la pasada semana en la reunión que la coordinadora unitaria mantuvo en Madrid, por lo que las llevarán a cabo todos los centros del astilleros público.
“Ante a grave situación da compañía e dada a conformación dun novo goberno central sen maioría absoluta, decidimos iniciar un proceso de acoso e derribo ao señor Revuelta. Necesitamos un novo presidente con coñecemento do naval, non un tecnócrata, e unha directiva ilusionada e que escoite aos traballadores”.
Y es que las escasas o “case nulas” relaciones laborales son uno de los principales motivos de queja por parte de los sindicatos. Galán señaló que no se ha llegado a un solo acuerdo desde la llegada de Revuelta y censuró el incumplimiento sistemático de diversos artículos de los covenios colectivos y la “opacidade á hora de convocar vacantes, sen ter informado aos representantes dos traballadores”.
Asimismo, otro de los asuntos que más preocupan entre la plantilla es la nueva organización productiva instaurada en la empresa desde la obra del flotel, cuando se pasó del sistema de gremios al de programas, que supuso “unha serie de retrasos e sobrecostes”, abundó Galán.
Los nuevos programas productivos –SAP, Foran, Puma, Timon o el polémico Lean– no están dando, según los sindicatos, los resultados prometidos. “A isto se suma a mala xestión na subcontratación”, aseguraron.
La nueva política a este respecto, alegan, es la creación de grandes paquetes, solo asumibles por multinacionales (las cuales acceden con ofertas a la baja), que posteriormente subcontratan a otra docena de empresas axuliares para realizar tareas más específicas. “E todo isto repercute, en última instancia, –explicó Galán– no salarios dos traballadores”.
rejuvencer la plantilla
Este exceso de subcontrataciones incide todavía más en los desajustes de una plantilla que los sindicatos consideran envejecida. En la factoría de Ferrol 139 de los 349 operarios que conforman los principales gremios superan los 60 años de edad y lo mismo ocurre en Fene, donde hay 286 empleados y operarios y 183 de ellos tienen más de 59 años. “Se se dese unha regulación de emprego –formuló Galán– onde se plantexeran prexubilacións para maiores de 60 anos, as plantas quedarían sen 330 persoas, co que iso suporía de perda de experiencia”. Por ello, urgen la incorporación de nuevos operarios para poder completar la transferencia de conocimientos necesaria.
Los sindicatos coinciden en que “a proba desta pésima xestión son os resultados económicos”. El pasado año la compañía cerró el ejercicio con pérdidas de 224 millones, el peor resultado en la historia de Navantia, superando, incluso, el acumulado en los cuatro años anteriores.
Aunque en lo que va de 2016 las cifras no son oficiales, se estima que al cierre del tercer trimestre las pérdidas podrían rondar los 100 millones de euros.
“Ante este panorama entendemos que a dirección está superada polos acontecementos e os últimos datos económicos desacreditan ao presidente para liderar calquera proxecto de futuro”, sentenció Galán. n