Mañana se cumplen cinco años del accidente del tren Alvia que dejó 80 muertos y 144 heridos a la entrada de Santiago en la víspera del Día de Galicia. Este quinto aniversario se produce cuando son ya siete los investigados por posibles responsabilidades penales en el juzgado que instruye la causa y en medio de los trabajos de la comisión de investigación creada en el Congreso para determinar si también hubo responsabilidades políticas.
En este escenario, las víctimas del siniestro reivindican que “la lucha sirve de algo” y volverán a manifestarse en la capital gallega, desde la estación de tren hasta la plaza del Obradoiro.
En concreto, los actos, organizados por la plataforma, dan comienzo ya hoy, a las 18.00 horas, con una asamblea y reunión informativa para asociados y afectados en el Auditorio de Galicia del campus norte.
Mañana, día del quinto aniversario, tienen convocada una manifestación (a la que, como al resto del programa, se ha sumado la asociación Apafas) que arrancará a las 11.00 horas y que, un año más, terminará frente a la Catedral con la lectura de un manifiesto. A las 18.00 horas habrá una misa en la colegiata de Sar y a las 19.00 horas tendrá lugar el homenaje en el campo de la fiesta de Angrois, donde elevarán sus demandas de “verdad y justicia”.
Para el miércoles, a las 12.00 horas, dejarán el encuentro familiar en el denominado Xardín do recordo del Pazo do Faramello, en el municipio vecino de Rois.
El portavoz de la plataforma de víctimas, Jesús Domínguez, afirmó que afrontan los cinco años del accidente con la satisfacción de que, “gracias” a su “empeño” y al apoyo que consiguieron de Europa, ahora mismo son siete las personas investigadas por imprudencia profesional grave: dos altos cargos de Adif, uno de Renfe, tres técnicos de Ineco y el maquinista.
De hecho, el juez llegó a tomar la decisión en octubre de 2015 de cerrar el caso con el conductor como único investigado (circulaba con un exceso de velocidad poco antes de la curva de A Grandeira), pero la Audiencia Provincial le ordenó reabrirla para dilucidar si hubo responsabilidades por un análisis de riesgos deficiente. Y será en otoño cuando la comisión de investigación retome sus labores, después del paso de las víctimas, el maquinista, el interventor y varios cargos de Renfe durante este mes de julio. Entonces será el turno de altos cargos y también de los dos exministros salpicados por la tragedia: el socialista José Blanco, actualmente eurodiputado, y la popular Ana Pastor, presidenta del Congreso.
Al respecto, Domínguez exige “luz y taquígrafos”, tras detectar “un poco de temor” y ya que “lo último” que los afectados quieren es “que se oculten las cosas”. l