Los tres últimos domingos le han valido al Racing para comprobar cómo van a ser los partidos que juegue en A Malata esta temporada. Pero ahora al equipo ferrolano le toca examinar cómo van a ser los que juegue como visitante. Técnicamente, el que realiza al campo del Alondras esta tarde –17.00 horas, O Morrazo– no es su primer desplazamiento del campeonato –ya hizo uno a As Somozas, saldado con una estrepitosa goleada en contra, con motivo de la primera jornada liguera–, pero sí es la ocasión inicial en la que hace frente a un viaje más o menos largo para medirse a un adversario que no es vecino y al que no conoce en profundidad.
A la dificultad de ejercer de visitante se une en este caso la fragilidad defensiva que, con siete goles en contra, está mostrando el cuadro verde. Es algo que desde el cuerpo técnico racinguista se considera más o menos normal por el hecho de que la plantilla sea casi completamente nueva, que todavía esté por formar y que se encuentra aún en fase de mejora. Pero lo cierto es que a lo largo de toda la semana el cuadro racinguista ha trabajado, sobre todo, en conceptos defensivos. Pero más que en lo relativo al posicionamiento, en lo que tiene que ver con la actitud y la concentración necesarias para afrontar un partido de la categoría que sea.

Mejoría
Con la mente puesta en avanzar día a día para alcanzar su mejor estado cuando se llegue a mayo o junio, cuando se resuelve el campeonato liguero y el ascenso a Segunda B, el Racing espera dar un paso adelante en el próximo mes de competición. Será lo que le hará ser más fuerte a la hora de pelearse con los mejores de esta competición liguera.
Enfrente estará un conjunto que, aunque no ha empezado demasiado bien el campeonato liguero del grupo 1 de Tercera, mantiene la base de la plantilla que la temporada pasada se clasificó para la fase de ascenso a Segunda B. Además, su fortaleza cuando juega en su campo promete poner en problemas a un Racing que, de todas maneras, confía en mejorar en cuanto a solidez. l