Tres aspirantes en busca de un título en nueve jornadas. Esas son las cifras que explican la situación del grupo 1, en el que el Racing ocupa el puesto de líder y aspira a mantenerlo al final de la liga regular. Su condición de primer clasificado le permite depender de sí mismo para conseguirlo –lo hará si gana los nueve partidos que le quedan por jugar, pero como eso parece complicado intentará sumar el mayor número posible de puntos–, así que su intención es no descabalgarse de esta posición. Por eso, partidos como el que lo enfrenta a la UD Ourense esta tarde –18.00 horas, O Couto– se presentan como auténticas finales para conseguir el objetivo.
Aunque el rival al que se enfrenta hoy no se encuentra en la terna de cabeza –la que forman Racing, líder con un punto de ventaja sobre Bergantiños y Compostela–, la cuarta posición en la que se encuentra –a ocho puntos del equipo ferrolano– lo presenta como un candidato a jugar la fase de ascenso a Segunda B, algo que todavía tiene que asegurar. Además, a pesar de las cuatro derrotas consecutivas que viene de enlazar, es junto con su rival de esta tarde el que menos goles ha encajado en lo que va de campeonato –solo por detrás del Ourense CF–, lo que anuncia las dificultades que se puede encontrar el cuadro verde para sacar adelante este enfrentamiento.
Recuperación
Poco a poco va desapareciendo la precariedad de efectivos con la que el Racing hizo frente a sus últimos partidos –en los que solo dispuso de trece, doce o hasta once jugadores de la primera plantilla en buenas condiciones–. Ahora, con el regreso de Diego Rivas y Borja Hernández ya son catorce los efectivos de los que puede echar mano Emilio Larraz, lo que le da al entrenador más alternativas a la hora de componer un once titular. De todas maneras, el cuadro verde dispone de efectivos de la suficiente capacidad como para luchar por la victoria.
A priori, el partido será del estilo de esos que el Racing se puede encontrar en la fase de ascenso a la categoría de bronce. Así que será una buena oportunidad para demostrar la seguridad defensiva de la que hizo gala, por ejemplo, la semana pasada en el campo del Bergantiños y, además, la capacidad de desequilibrio de sus jugadores ofensivos. Será la manera de ir poniéndose a tono para la parte más importante del campeonato liguero de la presente temporada.