Las autoridades de EEUU comenzaron este fin de semana las detenciones de participantes en el asalto al Capitolio mientras los demócratas del Congreso detallan sus planes para iniciar mañana el proceso para un segundo juicio político al presidente saliente, Donald Trump.
Uno de los primeros detenidos fue Richard Barnett, el hombre que en el asalto al Congreso de EEUU del miércoles entró y se hizo fotografías en la oficina de la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi, y quien fue aprehendido en Arkansas,
Barnett, fue acusado de entrada ilegal y violenta a un edificio restringido, así como conducta desordenada en el Capitolio y robar propiedad pública, por el correo de la legisladora que presuntamente se llevó después de haber posado para los fotógrafos.
Asimismo, fueron arrestados Adam Christian Johnson, a quien se vio en las imágenes cargando con el atril de Pelosi en pleno asalto al Congreso; y Jake Angeli,un miembro del movimiento de teorías de la conspiración Qanon que se hace llamar “Yellowstone Wolf” en su canal de YouTube, en Florida y Arizona, respectivamente.
Pelosi aseguró este viernes en una carta a sus colegas que iniciaría el proceso de juicio político (“impeachment”) si Trump no dimitía de forma “inmediata”, algo que parece muy improbable.
Los demócratas prevén acusar al actual mandatario de “incitar una insurrección” .
Mañana es cuando planean presentar su cargo contra Trump y votar en el pleno para acusarle formalmente de ello a mediados de la próxima semana, pero bajo el sistema estadounidense, es el Senado quien debe encargarse de desarrollar el juicio político, algo poco probable.
A la propuesta se sumó Lisa Murkowski, de Alaska, la primera senadora republicana en pedir la dimisión del presidente saliente al que se acusa de haber instigado el asalto al Capitolio, que dejó cinco muertos.
“Quiero que renuncie. Lo quiero fuera. Ha causado bastante daño”, dijo Murkowski en una entrevista con el diario Anchorage Daily News en relación al asalto violento de los seguidores de Trump al Congreso para interrumpir una sesión en la que los legisladores iban a certificar la victoria electoral del demócrata Joe Biden.
El borrador redactado por los demócratas pide su destitución y su “descalificación para ocupar y disfrutar de cualquier cargo de honor, confianza o beneficio bajo los Estados Unidos”.
La bancada progresista confía en que ese punto les ayude a convencer a algunos republicanos en el Senado que se plantean presentarse a las elecciones presidenciales de 2024 y que ven a Trump como un posible rival en esa carrera, según el diario “Politico”.
Pelosi también dejó abierta la opción de impulsar un proyecto de ley que crearía una comisión para ayudar a decidir si un presidente es “capaz” de gobernar, pero destituir a Trump por esa vía requeriría el visto bueno del vicepresidente Mike Pence, que por ahora se ha negado a actuar.