Hace un par de años, cuando la presencia del parásito Parkinsus olseni era relativamente normal, la producción de almeja babosa en la ría de Ferrol se traducía, al término del primer semestre del ejercicio, en unas ventas de casi 56,5 toneladas y unos ingresos totales de unos 600.000 euros.
Fue a partir de 2019 cuando, según el informe del Intecmar, comenzó a observarse una reducción del stock, evolución paralela al ascenso de la prevalencia del patógeno, con un porcentaje de infección superior al 70% de los ejemplares analizados.
Las consecuencias en las cifras de venta en las lonjas de Ferrol, Barallobre y Mugardos fueron prácticamente inmediatas. La estadística de enero a junio de ese año reflejaba poco más de 15,5 toneladas de almeja babosa despachada en las rulas de la ría para unos ingresos de 175.000 euros. Este año han empeorado los registros en lo que concierne al volumen de almeja comercializada –14.550 kilos–, pero no en su cotización, que se va hasta los 223.000 euros. En cualquier caso, la caída de la producción se situó en el entorno del 70% y en ingresos, del 63%, con respecto a 2018.
¿Otras causas?
La Consellería do Mar considera que la presencia del parásito en el banco de As Pías –está por ver si también lo está en el resto de las zonas de producción– es motivo suficiente para que el sector afectado pueda solicitar ante el Instituto Social de la Marina la prestación por cese de actividad.
Con todo, la conselleira Rosa Quintana no descarta que el Perkinsus no sea el único factor causante de la baja producción de babosa. El deterioro acumulado de los bancos –con el saneamiento aún sin completar– podría haber acelerado la masiva presencia del parásito. Podría incluso haber otras y, de hecho, Mar ha consultado con otros organismos para tratar de descubrir otras causas. La Estación de Bioloxía Mariña de A Graña no ha encontrado por el momento “ningunha outra causa adicional a ese patóxeno” y el Centro de Estudios y Experimentación de Obras Pública, dependiente del Ministerio de Transportes y Movilidad y Agencia Urbana no ha mostrado los resultados del estudio sobre los sedimentos de la ría que se comprometió a realizar en 2018.
Entretanto, Mar señala que continuará “co seguimento constante dos bancos” y con acciones “para a súa mellora”. En estos momentos se está desarrollando el plan, con un importe superior a 750.000 euros, para el banco de As Pías que se puso en marcha el año pasado y que incluye arados para oxigenar el sustrato, aporte de áridos –en fase de licitación– o eliminación de estrella de mar, especie depredadora de la almeja. Con todo, Mar cree que es "importante deixar descansar os bancos durante un tempo co obxectivo de que a ameixa se recupere", pero para ello es necesario que el sector pueda percibir una compensación. l