Los socorristas denuncian en el fin de temporada deficiencias en el servicio

Los socorristas denuncian en el fin de temporada deficiencias en el servicio
Servicio de socorrismo. Doniños.

Los socorristas lo avanzaron el pasado viernes con un aviso a los bañistas a través de megafonía y con el izamiento de la bandera roja, pero ayer lo confirmó el propio Concello, anunciando que el servicio de salvamento llegaba a su fin en las playas de Caranza y A Graña y concluirá el día 10, en lugar del 14, en el resto de los arenales del municipio.


Los motivos para esta decisión varían, sin embargo, dependiendo de cada una de las versiones, y si los socorristas aseguran que no pudieron coger los días de vacaciones durante los meses de junio a agosto y se les indicó que se las pagarían –mientras que ahora les obligan a disfrutarlas desde el día 10 más unos días sueltos a partir de hoy–, desde el Concello se indica que se está cumpliendo únicamente con la ley, ya que las bases de contratación recogen que los efectivos deberán disfrutar de vacaciones “inexcusablemente” antes de la fecha de finalización de los contratos.

Las consecuencias de estas vacaciones tienen como repercusión para el usuario una reorganización que adelanta el final de la temporada y que lleva a que hoy concluya el servicio en las playas del interior de la ría –A Graña y Caranza– mientras que los arenales de mar abierto –Doniños, Penencia, Esmelle, San Xurxo, Santa Comba, Ponzos y Covas– adelantarán el cierre de campaña al día 10, cuando estaba previsto para el día 14 de septiembre.


Desde el área de Seguridad, que dirige Germán Costoya, se explica que es obligatorio el disfrute de vacaciones y que se optó por concentrarlas en los últimos días para mantener el máximo número de efectivos posible durante los meses de julio y agosto.
Con respecto al pago de vacaciones en lugar de su disfrute, del que hablan los socorristas como opción que se les había planteado, Costoya explicó que existía “un compromiso verbal, adquirido antes da toma de posesión do actual goberno municipal” pero que el actual ejecutivo local “debe observar un estrito cumprimento dos procedementos e das leis, polo que por máis que intentase atender eses compromisos, non é quen de ir máis alá do que está firmado por escrito”, insistiendo en que la seguridad jurídica es una prioridad absoluta para el gobierno local.


Pero si las condiciones laborales de los socorristas son motivo de denuncia por parte de los efectivos que han prestado servicio durante estos meses –con intervenciones de mucho calado en esta temporada–, el material y la situación en la que han estado trabajando también es causa de quejas, a unos días de que concluya su labor.

Dotación deficiente
De este modo, los socorristas han hecho público toda una serie de incumplimientos durante esta temporada de verano, más allá del adelanto del fin del servicio lo que, a su juicio, “implica un peligro para la seguridad de los bañistas, ya que las playas aún son altamente frecuentadas y tienen unas características de peligrosidad específicas”.


Entre las deficiencias materiales, apuntan que antes de comenzar a trabajar se les indicó que dispondrían de tres tablones de rescate nuevos y de una moto de agua, por la que, a 31 de agosto, aún están esperando; algunas de las casetas de salvamento y socorrismo todavía carecen este año de agua caliente y luz, y el servicio de comunicaciones –que se anunció como la gran novedad de la temporada y que mejoraría la seguridad por interconectar las casetas– hace más de un mes que no funciona y no se ha reparado.


Pero los efectivos de salvamento también llaman la atención sobre cuestiones que pueden salvar vidas, como el personal sanitario o la ambulancia. De este modo, aseguran que el personal sanitario fue contratado a una empresa privada pero usan los materiales y recursos de Protección Civil, además de que la formación de la que disponen es de cursos en primeros auxilios, como los que poseen los propios socorristas. Con respecto a la ambulancia de Protección Civil, cuya base está en la playa de Doniños, indican que cuando ocurrieron los recientes incidentes de shock anafiláctico por picadura de velutina en Doniños y parada cardiorrespiratoria en Penencia, no estaba en su ubicación.

Con respecto al número de efectivos, explican que comenzaron a trabajar el pasado 15 de junio con nueve socorristas menos de los necesarios y aunque se pidió que se abriese un nuevo proceso de selección no se llevó a cabo. Así las cosas, no fue hasta el 15 de julio cuando entró en plantilla la segunda tanda de socorristas, por lo que Caranza y A Graña no tuvieron salvamento hasta ese momento.


Además, a lo largo del verano se produjeron algunas bajas de trabajadores y ninguna fue cubierta con más personal, dándose el caso de que en momentos de necesidad , como el suceso de Penencia, solo había tres socorristas cuando debería haber como mínimo, indican, cuatro personas de salvamento para garantizar un servicio eficaz.

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