El Concello de Cariño aprobó el proceso de licitación del contrato para pasar a tecnología LED todo el alumbrado público del municipio.
La actuación, que comenzará su licitación esta semana y que cuenta con un presupuesto de 802.821,21 euros, supone un ambicioso proyecto de mejora de la iluminación pública en el municipio, ya que se modernizará el sistema, se cambiarán los puntos de luz y se logrará un significativo ahorro, como se explica desde la administración local.
A través de este proyecto se cambiarán a LED 1.546 luminarias y 23 cuadros de mando. La renovación de los cuadros por otros más modernos que cuentan con sistemas de control remoto permitirá encender, apagar o regular la intensidad de cada una de las luminarias en cualquier momento y sin tener que acceder físicamente al sistema, simplemente a través de un teléfono móvil.
Para financiar estos trabajos el Concello recibió una subvención del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de Energía (IDAE). A través de los fondos Feder de la Unión Europea se aportarán 642.256,97 euros, el 80%, siendo los otros 160.564,24 euros invertidos desde las arcas municipales.
La administración local explica que sigue siendo pionera en lo que a ahorro energético y reducción de contaminación lumínica se refiere. Así, tras ser el primer municipio de la provincia de A Coruña en dotar de pantallas LED el campo de fútbol, ahora será, apunta, el primero en transformar todo el alumbrado público a tecnología LED a través de un contrato exclusivamente público, sin la intermediación de entidades privadas. Además, el contrato se publicará en el Diario Oficial de la Unión Europea, por lo que podrá ser adjudicataria cualquiera empresa.
Así, se completará la renovación de la iluminación pública en el municipio, un plan que ya inició el gobierno local a través de otras actuaciones como la renovación de luminarias en Feás, Figueiroa y Sismundi.
Las nuevas luminarias y la modernización de los cuadros de mando permitirán reducir el consumo eléctrico, conseguir una mayor durabilidad de la instalación, bajar la emisión de CO2 a la atmósfera en 180 TN por año y responder de una forma más rápida y eficaz ante cualquier incidencia. Asimismo, el ahorro económico será cuantioso, ya que de los aproximadamente 100.000 euros que se gastan ahora anualmente en la iluminación pública se estima que se ahorrarán 65.000 euros, pasando así a gastar un total de 35.000 euros al año. Esto es así porque, debido a las características del LED, al bajar la potencia de las lámparas se puede optar a potencias contratadas menores.
En cuanto al consumo que se producirá, se pasará de gastar 678.00 KW/h a 326.000 KW/h con la nueva instalación. Por lo tanto, se reducirá cerca de un 50% el gasto y aumentará la potencia lumínica.