Vivir sin espacio y escasez de agua y hasta de aire en un antiguo submarino construido en Bazán en 1980

Vivir sin espacio y escasez de agua y hasta de aire en un antiguo submarino construido en Bazán en 1980
Submarino Mistral en el Arsenal de Ferrol

Con casi cuatro décadas sobre su casco, la vida del submarino de la Armada Española “Mistral” discurre sin prisa y sin pausa entre maniobras y cometidos varios, unos trabajos que lo mantienen una media de 120 días en inmersión. Pese a su larga trayectoria y que todavía no cuenta con el ansiado S80, que será su sustituto en la Armada, rara ha sido la ocasión en que ha dejado “tirada” a su tripulación, como asegura el teniente de navío Manuel Corral Iranzo, que es el segundo comandante de este buque subacuático que tiene su base fijada en Cartagena.

Corral Iranzo explicó a este periódico, durante una visita al interior del buque guiada por él mismo, que la vida a bordo de este estrecho submarino puede parecer muy complicada para alguien ajeno a este mundo. “No hay que olvidar que todas las personas que formamos parte de la tripulación somos voluntarios y cobramos 50 euros más que otros compañeros que pueden vivir en mejores condiciones; si estamos aquí es porque queremos, por pura vocación, y eso facilita mucho la vida a bordo”, asegura. Su pasión por su trabajo se nota en cada explicación ofrecida a quienes pasaron por el buque durante la mañana de ayer, que no fueron pocos. “No damos abasto; la verdad es que este tipo de visitas gustan mucho a la gente y a nosotros nos encanta explicar nuestro trabajo, para qué sirve lo que aquí hacemos y cómo es la vida a bordo”, explica. 

Al final siempre hay compromisos y, aunque los visitantes se esperaban para la tarde, durante la mañana el goteo de gente fue incesante. Estudiantes de las escuelas de la Armada o del astillero, además de numerosos medios de prensa se dejaron caer por el lugar saciar su curiosidad. “A la gente le llama mucho la atención conocer cómo vivimos aquí”, comenta el segundo de a bordo, quien consigue dejar a “su público” impactado ante las completas explicaciones sobre las secciones del submarino, mostrando incluso su cama, que comparte con otras cinco personas y que no se diferencia en absoluto de la de cualquier otro miembro de la tripulación, a excepción del comandante, pese a que también él es un oficial. 

Al margen de cuestiones sobre el día a día dentro de un submarino, el segundo oficial del barco explicó otras de corte más técnico que permiten maniobrar el sumergible o cómo se puede hacer, por ejemplo, para no carecer de oxígeno, a través de la maniobra de “snorkel”, que toma aire de la superficie a pesar de estar sumergido, algo que deben efectuar unas tres veces al día. Manuel Corral Iranzo, que entró en la flotilla de submarinos en 2008, también explica con orgullo la plena integración de las mujeres a bordo y recordó que la Armada Española fue pionera en el mundo a la hora de permitir que estas se embarcasen en submarinos de guerra hace ya veinte años, antes incluso que  en Estados Unidos. Aunque son pocas, el subacuático “Mistral” cuenta con cuatro entre sus miembros. 

La tripulación general del buque está formada por 67 miembros, con edades comprendidas entre los 21 y los 46 años, y está preparada para pasar más de un mes en las profundidades del océano. Entre sus misiones habituales destaca la libertad de acción cuando se producen amenazas de superficie y submarina, al tiempo que realiza operaciones de espionaje o inteligencia, de reconocimiento e información en zonas avanzadas para apoyo de una fuerza naval, o de infiltración en la costa de unidades de operaciones especiales, entre otras.

El “Mistral” ha tomado parte en operativos internacionales, en la operación de la OTAN, “Active Endeavour”, dedicada a la vigilancia del tráfico marítimo en el Mediterráneo, y en la “Unified Protector”, durante el embargo naval a Libia en el año 2011.

Vivir sin espacio y escasez de agua y hasta de aire en un antiguo submarino construido en Bazán en 1980

Te puede interesar