Un ajuste de cuentas acaba con un muerto por arma de fuego en Moaña

Un ajuste de cuentas acaba con un muerto por arma de fuego en Moaña
Hasta cinco dotaciones policiales montaron guardia para intentar localizar al asesino y acordonaron la zona donde sospechaban que se hallaba efe

La localidad pontevedresa de Moaña vivió ayer un trágico suceso que acabó con la vida de un hombre de 41 años de edad, que respondía a las iniciales M.G.A y que tuvo durante todo el día en vilo a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Cinco patrullas de la Guardia Civil daban cuenta ayer de la gravedad de los hechos.

Según informaciones recabas, un hombre de 54 años, que responde a las iniciales J.R.C. y es vecino de la localidad pontevedresa de Moaña, habría matado supuestamente durante la madrugada de ayer a otro hombre y herido de gravedad a un tercero.

En concreto, el suceso ocurrió sobre las 04.00 horas, ante la vivienda del presunto homicida, en la calle Fernando García Arenal, cercana al puerto de la localidad pontevedresa, donde murió por al menos un disparo M.G.A, de 41 años de edad, y sufrió heridas también por un arma de fuego F.M.F., de 39 años, ambos vecinos del ayuntamiento de Moaña y pertenecientes a la misma familia –según fuentes consultadas, las dos víctimas podrían ser cuñados–.

 

Tiroteo

Los agentes de la Guardia Civil iniciaron el operativo de búsqueda del asesino después de que el herido en el tiroteo, que logró huir del lugar de los hechos y fue trasladado al hospital vigués de Povisa, avisara en dependencias policiales de los hechos que habían sucedido.

De esta forma, según informó Efe, los cinco dotaciones de la acordonaron la vivienda del presunto asesino, ya que tenían indicios de que el hombre se había parapetado en su interior.

De hecho, en ese momento, los agentes decidieron esperar a que el presunto asesino abandonara su vivienda y apuntaron a la “precaución” como motivo para no haber accedido ya de mañana a dicha vivienda, donde continuaban pensando que se encontraba el presunto agresor.

Sin embargo, J.R.C. no permanecía en el interior de la vivienda y de hecho acudió a desayunar a una churrería que solía frecuentar –de hecho acudía allí a desayunar cada mañana–, donde la encargada sostuvo a Efe que se encontraba “muy tranquilo” y que no le causó ninguna sospecha ya que era un cliente habitual.

 

Mediación de un cuñado

Al parecer el hombre se habría entregado por la mañana a la policía gracias a la mediación de un cuñado, quien le convenció para que se rindiera, y permanece en el cuartel de la Guardia Civil a la espera de pasar a disposición judicial.

Los agentes investigan los motivos de este crimen que conmocionó a la localidad pontevedresa, si bien la hipótesis más probable es un ajuste de cuentas entre la víctima y el presunto asesino por deudas relacionadas con las drogas, aseguraron fuente policiales, que además agregaron que el presunto homicida cuenta con numerosos antecedentes policiales.

Asimismo, la policía busca también el arma del crimen, incluso en el mar, tras registrar la vivienda del presunto agresor sin que por el momento haya aparecido.

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