El de mañana va a ser el primer partido que Pedro García (Vigo, 1990) juegue en A Malata desde que se fue del Racing. Al club ferrolano llegó en la temporada 11/12 –la segunda seguida en la que la entidad estaba en Tercera– y, a nivel futbolístico, la experiencia no le dejó un buen sabor de boca, porque no solo no se peleó por el ascenso a Segunda B, sino que por momentos se temió por el descenso a Preferente. “No cumplimos los objetivos que teníamos y los que fuimos fichados no estuvimos a la altura”, admite. “Pero del club guardo un recuerdo maravilloso y, por mi manera de ser, me gané el respeto, porque siempre di la cara”, dice.
Ahora, en el Pontevedra, el mediocentro formado en la cantera del Celta trata de ayudar a la escuadra que prepara Luisito a consolidarse en la categoría a la que regresa esta temporada después de cuatro en Tercera. “Somos un recién ascendido y nuestro objetivo es el día a día, sumar cuanto antes los máximos puntos posibles para obtener la salvación. A partir de ahí, soñar...”, dice el jugador de Pontevedra.

COMPETITIVO
 De todas formas, García avanza que la modestia con la que el Pontevedra hace frente a la temporada no implica que se vaya a presentar con piel de cordero al partido de mañana en A Malata. “Quien nos descarte para luchar por la victoria está equivocado”, dice antes de destacar que el cuadro granate tiene las ideas claras a la hora de jugar y que, a pesar de que le cuesta marcar cuando ejerce de visitante, a nivel defensivo suele rendir a buen nivel en sus compromisos a domicilio.
Por eso, pese a que el jugador recuerda que “el Racing, desde que salió de Tercera, lo está haciendo muy bien, se clasificó las últimas temporadas para la fase de ascenso a Segunda y esta campaña va a estar luchando por los puestos más altos, porque tiene un equipazo”, también avanza que el cuadro granate va a salir al campo de A Malata a jugar “de tú a tú” contra el Racing. Esa será la manera de hacer frente a un derbi que no se daba desde hace varios años en Segunda B, una categoría que cree que es la mínima en la que ambos clubes merecen estar.