Dos trallazos de Jack Wilshere posibilitaron la remontada (2-3) de Inglaterra en un partido frenético ante una descarada Eslovenia y refuerza a los británicos como líderes invictos del grupo E con 18 puntos.
Los eslovenos ofrecieron una resistencia tenaz durante los noventa minutos pero encajaron su primera derrota en terreno propio y ahora les será mucho más difícil mantener la segunda posición del grupo ante una selección como la de Suiza.
Los ingleses salieron al ataque y dominaron el juego desde el primer minuto de juego, pero sin traducir esa superioridad en goles. El primer tiro peligroso corrió a cargo de Wayne Rooney en el minuto 22, pero no supuso mayores problemas para Samir Handanovic.
En esas estaba el partido cuando una jugada rápida de los eslovenos y una asistencia de Josip Ilicic dejó solo en el área a Milivoje Novakovic en el minuto 37 para marcar el primer tanto sin oposición.
En el segundo tiempo los ingleses salieron motivados y con ganas de darle la vuelta al marcador, con el tridente conformado por Raheem Sterling, Adam Lallana y Jack Wilshere, especialmente motivados y con ganas de mostrar su talento.
Precisamente una jugada iniciada por Sterling acabó con Adam Lallana dentro del área, tratando de recortar a varios defensas eslovenos, pero finalmente el rechace cayó en los pies de Jack Wilshere. El jugador del Arsenal sacó un trallazo ante el que nada pudo hacer el guardameta Handanovic.
El primer gol de Wilshere en la selección daba a Inglaterra el empate en el 57.
En el 73 un taconazo de Lallana en los tres cuartos inició una jugada en la que Wilshere volvió a acomodarse el balón con calma y sacó otro disparo desde fuera del área que acabó en la escuadra derecha de Handanovic. El portero esloveno apenas se movió en otro gol espectacular.
Cuando parecía que la suerte del partido parecía decantada para el bando de los ingleses, en el minuto 84 Dejan Lazarevic puso un centro desde la izquierda al corazón del área y allí el centrocampista Nejc Pecnik saltó por encima de Kieran Gibbs y cabeceó a las redes.
Y cuando todo apuntaba al empate entre dos equipos que habían realizado un gran desgaste, dos minutos después Rooney completó un contragolpe inglés tras recibir un balón de un mal despeje de un defensa esloveno.
El jugador del Manchester United finaliza engañando completamente al portero, con un potente tiro que volvió a entrar por la derecha de la portería eslovena.