Catorce días después de las elecciones, los candidatos de Ciudadanos (Cs) y Vox a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado y Rocío Monasterio, respectivamente, se reunieron ayer por primera vez, a un día de que acabe el plazo para negociar la Mesa de la Asamblea. 

Esta primera toma de contacto, que se desarrolló con “cordialidad”, indicaron fuentes de Cs y Vox, fue en un hotel madrileño “en torno a un café” y sin avisar previamente a los medios de comunicación, por lo que no 

hay testimonio gráfico del encuentro, y de su contenido no trascendió nada. 

Horas antes de la cita, Aguado no supo concretar si podrán cerrar un acuerdo en la Comunidad, ya que el plazo para presentar un candidato a ser investido presidente de la Comunidad de Madrid acaba el 11 de julio.

El viernes los equipos negociadores de PP y Ciudadanos, encabezados por la candidata del PP a la presidencia regional, Isabel Díaz Ayuso, y su homólogo de CS, Ignacio Aguado, mantuvieron su primera reunión formal con el objetivo de avanzar hacia un pacto para formar gobierno tanto en el Ayuntamiento como en la Comunidad de Madrid.

Aunque el PSOE ganó las elecciones autonómicas del 26 de mayo con 37 escaños, la suma de los diputados de PP (30), Ciudadanos (26) y Vox (12) alcanzaría la mayoría absoluta.
Ciudadanos y PP se situaron como “socios preferentes” en las negociaciones para formar gobierno pero necesitan a Vox para poder sumar. 

Como iguales
Aunque en un primer momento las exigencias del partido de Santiago Abascal para lograr acuerdos en los diferentes lugares era una entrada en los gobiernos, la candidata de Vox a la presidencia regional, Rocío Monasterio, rebajó los requerimientos y pidió que se les trate “como iguales” en una mesa de negociación.

Ciudadanos rechazó inicialmente un acuerdo explícito con ellos, pero Díaz Ayuso se ofreció a “ayudar” a la formación naranja y a Vox a que se “entiendan” y aseguró que hará “todo lo posible” para que el bloque de la derecha alcance un acuerdo.

“Nosotros estamos dispuestos a ceder en cosas pero lo primero que hay que hacer es sentarse en una mesa a negociar con todos”, apuntó Monasterio, que insistió en que las tres formaciones están “alineadas” y harán “todo el esfuerzo” para ponerse de acuerdo.

Aunque Aguado matizó que no pone un “cordón sanitario” a la formación de Abascal, dijo que no contempla un reparto de cargos con este y remarcó que recaería sobre ellos la responsabilidad de permitir un Ejecutivo del PP y Cs en vez de uno de izquierda. Aguado también afirmó ayer que la lucha contra la violencia machista será “una línea roja para pactar con cualquier formación política”.

Así lo señaló al ser preguntado por un posible pacto con Vox durante su participación en la Carrera contra la Violencia de Género, donde ratificó el compromiso del partido en la defensa de “la igualdad real entre hombres y mujeres” y en luchar por “acabar con esta lacra” que, ha dicho, “se ha llevado ya centenares de vidas por delante”. Aguado señaló que “la erradicación de la violencia machista” forma parte del decálogo aprobado “por unanimidad” para las negociaciones.