El músico Alejandro Sanz es el protagonista del cortometraje “Distintos”, de próximo estreno en la 62 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci), que afronta el Síndrome de Down en clave de comedia para tratar de normalizar, desde el punto de vista social, esta clase de trastorno genético.
“Queríamos hablar sin tapujos ni tabúes sobre el Síndrome de Down porque no hay que andar con frases estúpidas, diminutivos infantiles y otras variantes de un lenguaje remilgado para no tratar de herir”, ha explicado a Efe Josevi García (Valencia, 1977) director de “Distintos”.
Por esta razón, García se decantó por la comedia para articular un mensaje que pretende trasladar a la sociedad junto a la Fundación Asindown, radicada en Valencia, la ciudad donde fue rodado el grueso de esta aventura protagonizada por dos afectados por esa alteración, Pablo Molina y Salva Albert, ambos sin experiencia como actores.
“Hay que rehuir el tono dramático del Síndrome de Down, considerarlo como parte de la vida, demostrar que se puede convivir con alegría y ayudar a entender, desde una sonrisa, que la vida puede ser muchas cosas cuando se entiende desde la realidad”, ha argumentado el director.
Molina y Albert, éste además autista, encarnan a dos adolescentes que con el permiso de sus padres se desplazan hasta Valencia para asistir a un concierto de Alejandro Sanz, pero en el camino se encuentran con varias complicaciones que afrontan desde la naturalidad y normalidad.
Guillermo Montesinos y Llum Barrera, entre otros actores, forman parte del elenco de “Distintos”, un cortometraje que desde el título deja claro que los afectados por Síndrome de Down son diferentes pero no inferiores, y que pueden alcanzar aquello que se propongan.
Es el caso de los dos protagonistas principales de esta producción, con música de Josué Vergara, que se estrenará el 21 de octubre en la jornada inaugural de la 62ª Semana Internacional de Cine de Valladolid, en el auditorio del Laboratorio de las Artes Escénicas (LAVA).
Ambos, de forma accidental, conocen a su ídolo, Alejandro Sanz, y comparten con él unos instantes como una especie de recompensa a su empeño por trazar su propio camino sin más obstáculo que el que pueda tener cualquier, más allá de su trastorno genético, “porque al fin y al cabo todos tenemos algo que nos puede frenar”, ha apuntado el realizador.
La participación de Alejandro Sanz culminó un prolijo trabajo de producción que fructificó gracias a la mediación del hermano y colaborador del cantante, Jesús Sánchez, y fue articulada a través de La Fuerza del Corazón, la plataforma que canaliza todas las acciones solidarias del artista.
No es la primera vez que Josevi García escribe un guión de este tipo, ya que en sus dos anteriores cortometrajes abordó otras enfermedades, el lupus en el caso de “¡Se vende varita mágica!” (2014) y la mastocitosis en el de “Contando estrellas” (2016).
A pesar de su experiencia en el mundo de la cinematografía, como realizador pero también en su faceta de ayudante de dirección, aún no ha dado el salto al largometrajes debido a las dificultades económicas que conlleva.
“Aún no ha llegado la oportunidad pero será pronto”, ha concluido un esperanzado Josevi García a la espera de su debut en el segundo festival más importantes del cine español, la Seminci de Valladolid.