9º-17º
martes | 23 abril | 2024
Las treinta asociaciones vecinales, culturales y deportivas que se oponen a la alternativa sur del estudio informativo para la conexión ferroviaria con el puerto exterior de Ferrol están emplazadas esta tarde, a las 19.00 horas, en el local social de la asociación de vecinos de A Cabana para acordar las actuaciones que se llevarán a cabo, tras el anuncio de licitación del proyecto constructivo el pasado 10 de enero.
El colectivo no ha recibido todavía respuesta a las alegaciones que presentaron durante el plazo de exposición pública del estudio informativo, entre abril y mayo de 2010. Esta afirmación ha sido corroborada por el Ministerio de Fomento, que el miércoles pasado aseguraba que la contestación a cada una de las alegaciones presentadas no se producirá antes de que se emita la Declaración de Impacto Ambiental, tarea que podría demorarse aún dos o tres meses.
objeciones
Las entidades vecinales remitieron en mayo de 2010 a la Subdirección General de Planificación y Proyectos del Ministerio de Fomento un completo informe en el que, de partida, se rechaza el propio estudio informativo por “parcial”, es decir, por decantarse claramente por una alternativa, la sur, y en no pocos puntos por, denuncia la plataforma en su escrito, “decidir, en lugar de informar y valorar, como debiera ser el objetivo de un estudio informativo”.
El hecho de que Fomento hubiera elegido en su momento el trazado sur se debe, principalmente, a que es el más económico de los tres. El precio a pagar, sin embargo, es para las entidades que lo rechazan demasiado elevado, pues no se contempla el impacto medioambiental y urbanístico que aparejaría dicha solución.
La alternativa norte, como se recordará, es la más satisfactoria para los treinta colectivos. Cuenta, señalan, con el beneplácito de Costas y no afecta al dominio público marítimo terrestre, además de resultar “acorde con el principio de coordinación y racionalidad que debe seguir toda actuación administrativa”. Además, deja libres las ensenadas de A Malata y A Cabana y reduciría “notablemente el impacto ambiental que por contaminación acústica generaría el paso de convoyes con una frecuencia intensa por el casco urbano de la ciudad y por A Graña”.
