Entre que Roberto Baleato sufrió la rotura del tendón rotuliano de la rodillad derecha en los primeros minutos del Somozas-Racing de la pasada temporada (el 5 de octubre) y su reaparición en partido oficial, hace dos semanas en el partido disputado en el feudo del Cacereño (el 24 de enero), pasaron más de quince meses. El jugador de Val do Dubra volvió a la actividad el pasado domingo, disputando los dos últimos minutos del choque contra el Lealtad, lo que lo permite empezar a ver la luz al final de ese túnel .
Fue un período difícil para el jugador del cuadro verdiblanco que, pese a los malos augurios que recibió de primeras acerca de la gravedad de la lesión sufrida, nunca pensó en dejar el fútbol. “Lo primero que quise fue pedir más opiniones, aunque sí que me fui mentalizando de que si estas seguían siendo negativas me iba a tener que acostumbrar a vivir sin el fútbol”, recuerda el jugador. Pero al final las noticias no fueron negativas y, por eso, con mucha paciencia, finalmente vuelve a estar en activo.
Para lo que sí le sirvió este período de ausencia fue para valorar lo que tenía. “Cuando llevas muchos años en esto no valoras los entrenamiento, las concentraciones, el ir a los partidos... Ahora, incluso, hasta se me hacen poco”, explica antes de recordar que el momento que más ilusión de volver a los terrenos de juego fue el de formar parte de la convocatoria. “Es que cuando estaba calentando o el ‘mister’ me dijo que entrase al terreno de juego no me dio tiempo a nada. Además, en Cáceres entré al campo cuando se iba a tirar una falta lateral y solo estaba preocupado de saber a quién tenía que marcar y dónde me tenía que poner. Eso sí, después, esa misma noche, sí que pensé en eso y estaba contento”, reconoce.
Una vez de vuelta a la actividad, el jugador de la parroquia de Bembibre se acuerda de toda la gente que le apoyó, “y que me cuidaron”, durante su período de inactividad. “Mi familia, mis amigos...”, empieza a enumerar. Pero también tiene un recuerdo para el médico que lo operó, para las “fisios” que trabajaron con él a lo largo de su rehabilitación, para el personal del club y, además, también para los directivos. “El club confió en mí, en que me iba a recuperar después de que el médico me dijese que estaba mal y eso es de agradecer”, dice.
expectativas
Ahora, sin molestias, el jugador trabaja con la intención de tener minutos. “Y, en el momento en que tenga mi oportunidad, agarrarme al puesto”, dice el jugador que, de todas maneras, admite que “los que vienen jugando de manera habitual, que están realizando un gran trabajo, son los que tienen que seguir. Por eso, yo lo que tengo que hacer es esperar y competir jugando algunos minutos para encontrar ritmo de competición. Y, cuando me toque salir desde el inicio, hacerlo lo mejor posible para agarrarme a ese puesto”.
Todo para ayudar a un Somozas cuyo objetivo sigue siendo el de conseguir la permanencia lo antes posible. “Hay que tener los pies en la tierra”, recuerda un Baleato que explica que, a partir de ahí, “espero que podamos disfrutar de estar peleando por otras cosas, que es lo más bonito”. El cuadro verdiblanco, por ahora, lo tiene bien encarrilado.