El Gobierno y el Partido Popular se acusaron ayer de usar “los muertos” por coronavirus como argumento político. Mientras la vicepresidenta Carmen Calvo reprochó a los populares que antepongan este criterio a la búsqueda de acuerdos, a la par que los de Pablo Casado reprobaron que el homenaje a las víctimas sea “en realidad” al propio Ejecutivo.
El cruce de acusaciones se rodujo en esta pregunta-respuesta que protagonizaron en el Congreso la vicepresidenta primera y la portavoz parlamentaria del PP, Cayetana Álvarez de Toledo.
Sus reproches mutuos dejaron en segundo plano el intercambio de apelaciones al consenso y de críticas que una semana más se lanzaron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de los populares.
En estos días en los que los Estados de la UE negocian el detalle del fondo de recuperación y los grupos parlamentarios hablan sobre las bases de la reconstrucción, Sánchez pidió al PP que “arrime el hombro” y que apoye a su Gobierno en Bruselas en vez de secundar documentos “ignominiosos” críticos con la democracia española.
El apoyo que demandó Sánchez no se encaminaría sólo a lograr que el fondo que propone la Comisión Europea, de unos 750.000 millones, llegue en las mejores condiciones, sino también a la implantación de la llamada “tasa Google”, lo que enturbió las relaciones con EE.UU.
Casado también mezcló las apelaciones al acuerdo con las críticas a la gestión de la pandemia por parte del Gobierno.
Según sus palabras en el hemiciclo del Congreso, el líder del PP cuestionó las medidas económicas de Sánchez porque abocan al país a la “debacle”, especialmente por no tener acordada la prórroga de los ERE en las empresas.
“Usted pide la adhesión incondicional, pero acto seguido rechaza la mano tendida... Solo se le pide responsabilidad (en Bruselas) de cara a las futuras generaciones”, le espetó Casado al presidente del Gobierno.
El recurso a las cifras de fallecidos por coronavirus, más de 28.000 de acuerdo con las aportadas por el Ministerio de Sanidad, proporcionadas a su vez por las comunidades autónomas, apenas ocuparon tiempo en el duelo dialéctico de Casado y Sánchez.
Pero el presidente lo mencionó: “Me conmueven sus palabras, pero después están sus actos... como los argumentarios... para utilizar los muertos del Covid-19 en contra del Gobierno”.
El supuesto uso de las cifras de muertes por coronavirus sí que fue el eje de las intervenciones de Carmen Calvo y de Cayetana Álvarez de Toledo.
La portavoz de los populares en el Congreso aseguró que el acto organizado por el Gobierno para el 16 de julio en Madrid, al que acudirán el rey y autoridades internacionales, es ante todo “un homenaje a sí mismos”.
Según su versión, el número de fallecimientos puede que esté más cerca de los 45.000 a tenor de las estimaciones de algunos organismos, así que ese “homenaje al enfermo desconocido” lleva camino de parecerse a un acto “parcial y mutilado”, pensado para el “60% de las víctimas”, opinó.
En opinión de Álvarez de Toledo, hay un desfase de 13.000 muertes “en el limbo”.