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viernes | 19 abril | 2024
Abanca obtuvo 186 millones de beneficio neto en el primer semestre de este año, un 2,2% más que en el mismo periodo de 2015, basado en un incremento del margen comercial recurrente del 14% por un aumento del negocio tradicional, unido a unas menores provisiones.
En este periodo el crédito concedido aumenta un 6,6% hasta un total de 25.751 millones (eran 24.150 millones un año antes), con un 29% más de financiación concedida a empresas y autónomos. Por su parte, los depósitos de clientes minoristas subieron un 3,1% hasta 29.762 millones. Así, la rentabilidad se sitúa en el 10,3%, entre las mayores del sector.
Además, Abanca incrementó un 20% las altas de clientes en el primer semestre de 2016, al tiempo que continúa con una reducción de la morosidad, un 22% menos (hasta quedarse en 2.441 millones de euros dudosos), con una ratio del 7,6%, por debajo del sector, y una cobertura de crédito del 60%.
De este modo, el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, subraya el “crecimiento sostenible y constante a lo largo del tiempo” de la entidad, sobre el cual el vicepresidente del banco, Juan Carlos Escotet, destacó que se mantiene la hoja de ruta de estudiar a partir de 2018 la salida a Bolsa, ya que “no hay prisa” y “no parece que estos sean los mejores momentos”.
Preguntado sobre el papel que jugará la entidad en el nuevo proceso de concentración bancaria que se prevé, Escotet señaló que van a “permanecer atentos”, dada la situación de “holgura” de Abanca, con los índices “más elevados” de umbral mínimo de capital exigido, situado en el 14,3%, con 1.152 millones por encima del 9,75% de exigencias.
“Esa holgura nos permite ver con la debida prudencia y estar atentos a cualquier proceso de posible consolidación”, asegura Escotet, que llama la atención sobre que “no necesariamente en las consolidaciones se pueden lograr las eficiencias”.
Con todo, Escotet incide en que ese “colchón de capital” de cerca de 1.200 millones “da unas oportunidades interesantes” a las que estar “atentos”.
