La candidata de Ciudadanos (Cs) al Congreso por Barcelona, Inés Arrimadas, recriminó ayer al líder del PP, Pablo Casado, sus “cachondeítos” y que haga de “graciosillo” con respecto a Albert Rivera, y aconsejó a los populares que no vayan “de sobrados”.
En un acto político en Alicante con un centenar de cargos, militantes y simpatizantes, Arrimadas se refirió de esta forma implícitamente a la reciente oferta de Casado al candidato a la Presencia de Cs de ser ministro de Exteriores, y recordó al popular que “la situación” en España no está
para “bromitas”.
Arrimadas señaló, además, que Casado “no ha trabajado nunca fuera de la política y se permite estos cachondeítos” en unas elecciones en la que los españoles se juegan “todo” porque existe el riesgo de un posible Gobierno socialista apoyado en populistas y separatistas.
Evitar la vergüenza
En un “ejercicio de responsabilidad”, ha proseguido Arrimadas, “Rivera ha tendido la mano al PP” para un futuro gobierno de coalición para evitar la “vergüenza” de que haya un nuevo Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez.
Para la política de Cs, el socialista “no tiene escrúpulos para seguir en La Moncloa”, por lo que las elecciones generales son “de emergencia nacional para sacar al sanchismo con votos”.
Arrimadas manifestó su temor de que, si es reelegido, “Sánchez en cuatro años más se pueda cargar España dejando la Economía a Iglesias y Echenique”.
La política de Cs defendió las “mismas oportunidades” para todos los ciudadanos independientemente de la comunidad en la que vivan, y culpó al bipartidismo del PP y PSOE de los problemas endémicos del país.
Con motivo de su visita a la Comunitat Valenciana, también advirtió de que las políticas nacionalistas del gobierno presidido por Ximo Puig hacen que aquí “estéis igual que en Cataluña hace diez años”, sobre todo en materia educativa, lingüística y por la manipulación de À Punt, a la que ha denominado “TeleCompromís”.
Mientras, el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, afirmó ayer que, en la actual coyuntura política y con los resultados que se vaticinan en las próximas elecciones generales, sin mayoría absolutas y con la necesidad de acuerdos, no serán el PP, Ciudadanos ni Vox “los que digan si pactan” con su partido, sino “al revés”, porque serán ellos los que necesitarán apoyos.
En todo caso, añadió que, “visto lo visto y oyendo las cosas” que defienden, tiene “muchas dudas” de que los jeltzales lleguen a acuerdos con estas formaciones. Además, llamó a realizar una reflexión en la política porque “nadie dice con quién quiere pactar”, sino con quién no va a acordar.