El largo proceso de desarme del portaaviones “Príncipe de Asturas”, amarrado en un muelle de Navantia desde febrero del año pasado, está a punto de quemar una nueva etapa.
La Armada confirmó ayer que la previsión es que la desmilitarización del que durante más de veinte años fue el buque insignia de la Flota finalice el próximo día 30, dieciséis meses después de su entrada en la ría.
El siguiente paso será la elaboración de un informe técnico en el que se valorará económicamente el buque de cara a una subasta para su achatarramiento. Pese a que se han barajado algunas cifras, la Armada ha confirmado que todavía no tiene una propuesta.
capacidades
El “Príncipe de Asturias”, entregado a la Armada en 1988, seis años después de su botadura y nueve desde que se inició su construcción en los astilleros públicos locales, introdujo a España en el selecto grupo de estados con portaaviones. Ha sido precisamente esta característica la que ha lastrado la posibilidad de una venta. Pocas Marinas en el mundo tienen capacidad para asumir un portaeronaves de esta magnitud, incluida la española, que con la puesta en servicio del LHD “Juan Carlos I”, había duplicado esa capacidad aérea.
El elevado coste de mantenimiento y la urgencia de una profunda reforma llevaron al Ministerio de Defensa a tratar de deshacerse de él, en primer lugar con el objetivo de la venta a otro país y, finalmente, y ante las dificultades de colocarlo, para subastarlo como chatarra, probablemente el año que viene.