Nadie dijo que ser campeón del grupo I fuese a ser fácil. El Racing lo comprobó en primera persona con la inesperada derrota sufrida ayer ante el Compostela, lo que no le hará perder el liderato, pero sí parte de la ventaja que tenía con respecto al segundo clasificado. El resultado del encuentro que enfrenta esta tarde a Racing de Santander y Tudelano permitirá ver cuál es su principal rival por el título –el que gane en ese choque se quedará a tan solo dos puntos– o minimizará el fiasco sufrido ante el conjunto de la capital de Galicia –un empate permitirá al cuadro verde conservar cuatro puntos de renta a falta de otras tantas jornadas para la conclusión de la liga regular–.
El estado del terreno de juego, plagado de charcos por las lluvias caídas durante toda la jornada de ayer y parte del viernes, condicionó el desarrollo del partido. De todas maneras, de entrada fue el Racing el que pareció adaptarse mejor a las circunstancias. Un par de situaciones que Joselu no resolvió bien, en posición ventajosa ante la portería rival, fueron el reflejo del mayor ímpetu con el que el equipo ferrolano saltó al terreno de juego. Mientras, el cuadro compostelano se dedicaba a esperar su ocasión para intentar crear peligro sobre la portería racinguista.
Y fue casi en la única opción de la que dispuso durante el partido –Jordan contó con otra tras una acción ofensiva del Compostela que finalizó con un disparo detenido por Mackay– cuando encontró el premio del gol. Este llegó tras un saque de meta que, despés de ser peinado por un delantero, cayó a los pies de Bicho que, totalmente solo ante el cancerbero racinguista, cruzó la pelota a gol para mandar el choque rl descanso con la mínima ventaja para la escuadra visitante.
empuje
La desventaja en la que estaba en el marcador obligó al Racing a arriesgar más en busca del empate... pero en realidad eso no se tradujo en generar más ocasiones delante de la portería rival. De hecho, salvo en alguna acción a balón parado, el cuadro verde no fue capaz de poner en aprietos la portería del Compostela. Así, un cabezazo de Víctor Vázquez que se fue a las manos del meta visitante y un disparo lejano de Iván González, después de una incorporación desde la defensa, fueron las únicas situaciones en las que vio la posibilidad de marcar más o menos cerca.
Los minutos fueron pasando, con el Compostela más preocupado por conservar la renta que tenía que de cualquier otra cosa –a través de pérdidas de tiempo, continuas faltas y demás recursos– y el Racing sin claridad para apretar la portería contraria. Los últimos arreones –un par de acciones a balón parado y situaciones de juego directo– sirvieron para que el Racing intentase salvar un punto... pero en realidad el cuadro verde no fue capaz de traducirlas en el tanto que lo llevase a no salir de vacío.
Al final, la derrota sufrida por el Racing supuso un mazazo para el equipo ferrolano, sobre todo por lo inesperado de la misma, y confirma que el cuadro verde va a tener que luchar mucho para acabar la liga regular en lo más alto de la tabla clasificatoria, lo que persigue para tener más opciones de conseguir el ascenso.