La oposición escenifica su plante en el pleno tras ratificar Rojo que supervisará las visitas

La oposición escenifica su plante en el pleno tras ratificar Rojo que supervisará las visitas
los parlamentarios de la oposición abandonan el hemiciclo en señal de protesta efe/lavandeira jr.

La tensión estuvo ayer muy presente tanto dentro como fuera del Parlamento gallego. La decisión de la presidenta de la institución, Pilar Rojo, de supervisar personalmente las visitas a las sesiones plenarias, potestad que hasta el momento tenían los grupos, ha elevado al infinito la crispación que ya se dejaba entrever en los últimos plenos.

Así, al plante dado por los todos los diputados de la oposición, a excepción de los portavoces, se unieron también los voces de protesta del naval o de las universidades gallegas, amenazadas por el futuro que les depara las nuevas medidas.

La escenificación de los tres grupos de la oposición de su unión en esta contienda estaba avisada. Y cumplieron. Su ausencia demostraba su indignación ante una medida que, a su entender, es más propia de otras épocas con menos democracia.

 

incidentes registrados

La oposición tomó esta medida, sugerida el lunes conjuntamente por sus portavoces, después de que el pasado viernes la presidenta anunciara que decidiría ella misma las visitas, tras diversos incidentes registrados en la Cámara como la irrupción en el pleno el pasado 19 de diciembre de un grupo de afectados por las participaciones preferentes.

Al comienzo de la sesión, todos los diputados ocuparon sus escaños y asistieron a la toma de posesión de tres nuevos diputados que acceden al Parlamento por la renuncia de altos cargos del Gobierno gallego, tras lo que los portavoces pidieron la palabra para expresar su rechazo a la mencionada medida.

Luego habló la presidenta para subrayar que un informe jurídico avala su decisión y, al comenzar la sesión, abandonaron el hemiciclo los diputados, a excepción del presidente del grupo parlamentario del PSdeG, Manuel Vázquez; de AGE, Xosé Manuel Beiras, y del BNG, Francisco Jorquera.

Fuentes de la oposición señalaron a Efe que se decidió tomar esta medida al no rectificar la presidenta, si bien al ser uno de los debates más trascendentes del año, acordaron que sí participarán los líderes de cada grupo.

 

extralimitación

El portavoz socialista, Abel Losada, pidió la palabra para apuntar a Rojo su convicción de que se “extralimita”, “se está secuestrando la voluntad popular y se pone indirectamente a toda Galicia bajo sospecha” en un momento de incertidumbre, subrayó, “por las políticas del PP”.

Beiras dijo a la presidenta que los ciudadanos “que están fuera son tan ciudadanos como usted y como cualquiera de nosotros” y son los que “detentan la soberanía popular y los que nos eligieron a todos y cada uno de los miembros de esta Cámara”, con independencia del partido al que pertenezcan.

“La falta de respeto a los ciudadanos es inconmensurable, y ponerlos bajo sospecha de que si entran aquí van a ser vándalos a lo único que conduce es a que ejerzan ustedes el vandalismo desde la propia institución”, remarcó el histórico dirigente.

 

vulnera el reglamento

Mientras, Jorquera apuntó que la decisión de la titular de la institución vulnera un artículo del reglamento que estipula que las sesiones serán públicas y subrayó que los grupos parlamentarios son reflejo del “pluralismo político y social existente en Galicia”.

Por tanto, si Rojo se reserva la prerrogativa de cursar los invitados que considere oportunos sin canalizar los de los grupos parlamentarios, conculca el reflejo de esta pluralidad, manifestó.

La tensión no acabó con el abandono de los diputados. Una protesta en la tribuna de invitados del Parlamento gallego, protagonizada por trabajadores del naval de Ferrol y de Universidades, a los que AGE y BNG facilitaron el acceso, supuso además la suspensión del pleno. La bronca comenzó cuando diputados de AGE intentaron que un reducido grupo de trabajadores del Naval entrase en el hemiciclo, algo que no estaba previsto dada la decisión de Rojo. Una vez que los bedeles del Parlamento indicaron a la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, que no podían acceder, se retiraron.

En este momento, los diputados del BNG Carlos Aymerich y Montse Prado accedieron con otro grupo y lograron entrar pese a que se les advirtió de que no podían hacerlo. Un rato después, Díaz y otros parlamentarios de AGE entraron con un grupo y uno de los invitados se colocó una camiseta con el lema “Dique sí”, lo que Díaz imitó.

Fuentes del Parlamento han informado de que estos invitados estaban autorizados a acceder a las instalaciones de los grupos parlamentarios, pero no a la tribuna de público del hemiciclo.

 

presiones y amenazas

Por su parte, el portavoz parlamentario popular, Pedro Puy, dijo ayer que “todos los diputados, sean del grupo parlamentario que sean, tienen que trabajar sin presiones y sin amenazas” como fija el marco jurídico.

Lamentó profundamente los hechos y calificó el abandono de los diputados de “incumplimiento de sus obligaciones de atender al debate más importante del año”, la aprobación de los ingresos y gastos de la Xunta.

Manifestó que este último hecho justifica “aún más” la decisión de Rojo, porque “estamos asistiendo a una vulneración de lo que es la inviolabilidad del Parlamento”.

 

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