Calles y barrios

Las calles coruñesas por las cuales andan y circulas vehículos y ciudadanos se encuentran en un estado lamentable en cuanto a conservación y reparación en general, hubo un tiempo que las vías se asfaltaban cuando era preciso y sin dejar en abandono, tomando medidas al respecto, pocas son las que se salvan de esta ciudad y que cuenten con un nuevo firme, la mayoría están que da pavor circular o andar por ellas al atravesar dichas vías, da lo mismo que sean las céntricas de la ciudad como las de las barriadas más próximas ó las más alejadas. Como si no existiera un mañana para los ciudadanos motorizados y de a pié.

La ciudad coruñesa desde hace ya bastantes meses, sobre todo en el centro urbano, parece hallarse en estado de sitio, con unos enormes bloques de granito colocados en los viales, que estrechan la calzada, no permiten la circulación del viandante y no ejercen ningún efecto practico sobre la ciudadanía, sino que son simples obstáculos colocados para ocupar un espacio a largo plazo, sin inminente obra a la vista, en todo el trazado hay numerosos baches y varios socavones, la circulación se ve obstruida y los ciudadanos de a pié deben poner los sentidos por donde atraviesan porque los pasos de peatones están muy defectuosos con un firme sinuoso y numerosas grietas que hacen peligrar la estabilidad de la persona, las aguas siguen haciendo su trabajo de dejar el asfalto peor de lo que ya estaba.


Las murallas históricas, están llenas de maleza y algunas piedras comienzan a resentirse de la fuerza de las raíces en su perímetro, lo mismo que la del Jardín de San Carlos, con abundante maleza que afea y pone en peligro a futuro la seguridad del conjunto histórico, el cual fue cerrado unas semanas para no hacer nada reseñable y volverlo abrir al público sin cambio alguno.


Los barrios de Adormideras, Santo Tomás, Ciudad Alta, están en pleno abandono y sin finalizar las obras de la calle de Nuestra Señora del Rosario, la Plaza de Azcárraga en perfecto desorden y el resto de las calles pendientes del acomodo de su pavimento, con numerosos edificios en ruinas.


Pero, los barrios más alejados, no tienen mejor pinta, es el caso de A Silva, Cances, Comeanda, Cernadas, Eirís, Jubias, Carracedo, Castro de Elviña, Palavea y San Roque, entre otros muchos lugares del entorno coruñés y todos relacionados con las cuatro parroquias del extinto Ayuntamiento de Oza, que precisan de todos los servicios y carecen de las atenciones que se les debe dar como ciudadanos coruñeses que son.


Por último destacar que el Paseo Marítimo, está en una situación calamitosa, falta asfaltar en parte sus viales, por los muchos baches que tiene el firme y retirar todo el entramado que en su día dio lugar a la puesta en funcionamiento del tranvía turístico, raíles, marquesinas, postes de sujeción de las líneas eléctricas y las gruesas farolas de su recorrido, sustituyendo estas por otras más acordes con el entorno y que ocupen menos que las actuales.


Las obras del centro de la ciudad pueden esperar, lo esencial es dar solución a los verdaderos problemas que se tienen en la actualidad. 

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