La Cocina Económica despide un año marcado por el incremento de usuarios

La Cocina Económica despide un año marcado por el incremento de usuarios
Aforo de la Cocina Económica y Menú de la Víspera de Navidad

La campaña de recogida de alimentos de Navidad de la Cocina Económica ha sido todo un éxito, aunque todavía no se ha hecho balance económico de lo recaudado. Es el lado positivo de una entidad que cada año ve incrementado el número de usuarios de sus servicios de comidas, cada vez más numerosos.
Si el ejercicio pasado se había alcanzado el máximo de beneficiarios, esto se ha convertido en lo habitual del año –más de 100.000 usuarios–, superando ampliamente la cantidad de raciones servidas. Así, el servicio de cenas se implantó en 2013 de forma definitiva, atendiendo a una media diaria de sesenta personas, que, en ocasiones, se elevó a la plena capacidad del comedor, unas 76 personas, como explicó el presidente de la Cocina Económica, Antonio Tostado.
El coste de este servicio de cenas estaba previsto en 100.000 euros anuales, que ya se consignaron con este fin, teniendo en cuenta el superávit del organismo que hacía posible la sostenibilidad de esta atención permanente.
Si 2013 estuvo marcado, además, por la saturación en las instalaciones que llevó a la necesidad de adquirir un nuevo local para almacén. Esta operación se materializó este año y las nuevas instalaciones –situadas al lado de las actuales– están siendo utilizadas ya de forma provisional, aunque están pendientes de un proyecto de mayor envergadura que se acometerá en 2014, a finales de enero o febrero, según las estimaciones del presidente.
De todos modos, 2014 no se prevé mejor, sobre todo, como recuerda Tostado, teniendo en cuenta que los fondos europeos han reducido a la mitad el número de donativos de víveres para el próximo sexenio. Actualmente, la Cocina Económica recibe del Banco de Alimentos unas 20 toneladas y de Cruz Roja unas 13. Las primeras podrían quedarse el próximo año y durante un sexenio en solo diez toneladas, lo que supondría una reducción que afectaría a las entidades que prestan su servicio a las personas más desfavorecidas, como es el caso de la Cocina Económica de Ferrol. 

La Cocina Económica despide un año marcado por el incremento de usuarios

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