La corporación municipal de Narón aprobó ayer el presupuesto municipal de 2020, que asciende a 33.420.390 euros, el más elevado de la historia de la ciudad y que supone un incremento de un 1,54% con respecto al del presente ejercicio. El concejal de Xestión Orzamentaria, Román Romero, destacó que el Concello continúa manteniendo la deuda a cero y que los impuestos continuarán congelados. “Con esta situación, destinamos unha partida de 2,6 millóns de euros a investimentos, unha cifra que se irá incrementando ao longo do ano coa incorporación dos remanentes e que situará o investimento a finais do ano 2020 en cifras superiores ás do actual exercicio”, señaló. También destacó como prioridades la atención a las personas y al servicio de Axuda no Fogar –2,5 millones de los que más de un millón proceden del Concello– o los programas de conciliación.

En el documento económico ya figura el nuevo contrato de recogida de residuos sólidos urbanos y limpieza viaria, además de inversiones como el saneamiento de Ferrerías –500.000 euros– o la rehabilitación del molino de Xuvia –219.000 euros–.

El gobierno local rechazó las enmiendas presentadas por el PP, que tildó de “incoherentes”, mientras que el BNG, que también votó en contra, calificó los presupuestos de “continuistas e básicos, que se encargan de xestionar o urxente e non o necesario”. Los nacionalistas criticaron la falta de partidas para liberar barreras arquitectónicas y la poca inversión en Igualdade o nuevos proyectos.

En la Relación de Postos de Traballo (RPT) aprobada también ayer se contempla la creación de tres puestos de bombero conductor, si bien se realizarán ajustes de función en todos los departamentos municipales. Asimismo, se aprobó el pliego de cláusulas que regirá el contrato del servicio de Recogida de Residuos Sólidos Urbanos y Limpieza Viaria y la adhesión del Concello a la plataforma Geiser/Orve, de registro electrónico y sistema de interconexión.

Además, se firmó una declaración institucional en apoyo a la conmemoración del 25N y otra, fuera del orden del día, contra el derrumbe de las comarcas de Ferrol, Eume y Ortegal y a favor de su reindustrialización. En el apartado de mociones se aprobó la presentada por el BNG sobre la Vía Galega, instando al Parlamento a considerar la emigración como un drama social.