Adquirir un recuerdo del lugar que se visita es una práctica habitual en casi todos los viajeros, aunque no siempre es fácil encontrar el souvenir perfecto (o decente). Las postales son uno de los clásicos de este mundillo y todavía hay quien opta por el cartón para presumir de estancia, pero el problema con el que se encuentra es la antigüedad de las imágenes. “La verdad es que sí que demandamos que se hagan nuevas postales porque las que tenemos son de una remesa muy vieja”, apuntan desde el Estanco de Úrsula (Magdalena, 113), al mismo tiempo que indican que sí son objetos que se demandan, siendo la gente local los que más las compran para mandar a familiares que viven fuera. Estas fotos antiguas también pueden adquirirse en librerías como la Central Librera, aunque poseen también las últimas novedades de diseño.
Viendo este nicho de mercado vacío, el artista local Álvaro Núñez decidió crear una serie de 30 imágenes en acuarela con distintos paisajes de la ciudad que pasaron de la lámina a la tarjeta ilustrada. “Quise poner en valor todo lo que tenemos, desde rincones arquitectónicos, como de alrededores y expresar un poco todo lo que es Ferrol y que la gente pueda llevarse algo bonito de recuerdo porque la típica fotografía la gente ya no la compra”.
Nuevas creaciones
Núñez dedicó su vida al mundo de la cocina y hace un año decidió romper la rutina y retomar su afición por la pintura. “Yo me dedico a hacer láminas y trabajo mucho por encargo, pero un día se me ocurrió que estos paisajes que pintaba podían quedar muy bonitos en una postal y darle a la gente algo diferente”, explica. Así, el pintor indica que fue fácil colocarlas en el mercado, “aunque tampoco es para echar cohetes”, y actualmente se pueden encontrar sus creaciones en la cafetería Bonilla, La Casa del Fumador y Lea Librería Café. “Tienen bastante aceptación y mucha gente de fuera las reclama porque, al ser pintadas, uno le pone cariño en cada trazo”, asegura.
Álvaro Núñez se encuentra inmerso en otro proyecto de postales –una veintena–, dedicadas esta vez a otro de los buques insignia de la ciudad: la Semana Santa.
“Estoy en consonancia con la Junta General de Cofradías e incluso esta me propuso presentarlas en el museo que abrirán en la cuesta de Mella y yo encantado. Fui cofrade desde pequeño y es un mundo que me gusta, por lo que las tarjetas están enfocadas mayoritariamente al mundo de las cofradías no a las imágenes, no quiero pintar vírgenes en primer plano”, explica.
Uno de los tipos de turistas que más visitan Ferrol son los peregrinos, que comienzan su ruta en Curuxeiras descubriendo uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad.
Precisamente en Ferrol Vello se encuentra el Estanco del Puerto (San Francisco, 56), de reciente apertura y en el que se pueden encontrar recuerdo originales para todo aquel que prefiera mandar las fotografías por la Red y no por correo postal.
“Lo que me enamora de Ferrol” y “Apasiónate Ferrol” son algunos de los lemas que se pueden leer en tazas, llaveros, abridores con imán o incluso placas que vende el establecimiento a modo de recuerdo, siendo el mar un hilo común en la mayoría de ellos. l