El alcalde de Santiago, Martiño Noriega, valoró ayer su reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que sirvió para “aclarar” cuestiones que beneficiarán a la ciudadanía y para encauzar el diálogo entre ambos, puesto que “las administraciones no pueden ser armas arrojadizas”.
En este sentido, insistió en que las sensaciones tras la reunión mantenida el pasado martes en San Caetano “son positivas”, puesto que hay que entender que, aunque existan “planeamientos políticos diferentes y en muchos casos antitéticos”, estos no deben ser “limitantes” para un “lugar de encuentro” entre ambos.
En declaraciones a los medios tras un encuentro en la Alcaldía, Noriega remarcó, además, que la ciudad de Santiago no entiende “algo que no sea una vía de diálogo” entre ambas administraciones con sede en la capital, “a diferencia” de las dinámicas implementadas en otras ciudades de Galicia, que beben de “reivindicaciones localistas”.
Cuestionado por la polémica surgida por la ausencia del regidor compostelano en la entrega de las medallas Castelao, en la ceremonia de las medallas de Galicia o en la Ofrenda al Apóstol el 25 de julio, Noriega subrayó que para él “nunca existió”.
Así, señaló que la paralización de la polémica dependerá “de la dinámica de las partes”, pero reiteró que se trata de una situación que, más allá de contestar a ciertas críticas, “no generé, y en ningún momento quise alimentar”.
A este respecto, apuntó que, de aquí a próximos eventos de este tipo, “el Ayuntamiento estará con representación institucional y yo estaré donde pueda estar”.
Por ello, dijo que espera que, si “algún día”, él no puede estar en un acto, no se vuelva a abrir está cuestión, ya que no posee “el don de la omnipresencia”.