El Racing prosigue su camino hacia la permanencia en Segunda B con el partido que lo enfrenta al Burgos esta tarde –17.00 horas, El Plantío–. Es el segundo que juega a domicilio de manera consecutiva aunque, a diferencia del anterior –que disputó en el singular campo del Izarra–, el escenario parece ahora más propicio para que pueda desarrollar su estilo juego y, de esta forma, tener más posibilidades de sumar los tres puntos. Es lo que buscará de cara a despegarse de un adversario que, a falta solo de once jornadas para el final de la liga regular –al cuadro verde le queda un partido más–, está luchando por este mismo objetivo.
Para el Racing el Burgos no es solo un rival directo por lograr la permanencia sino que, además, esta temporada ha descrito una trayectoria similar a la del Racing. Ambos se presentaron al campeonato liguero con la intención de colarse entre los cuatro primeros para luchar por el ascenso a Segunda, pero el discreto arranque que protagonizaron –con cambio de entrenador incluido– los obligó a reformular sus objetivos y preocuparse solo en salvar la categoría. A pesar de que poco a poco fueron mejorando, en ningún momento demostraron la regularidad necesaria para distanciarse de las posiciones complicadas, así que en este tramo final liguero luchar por lograr cuanto antes la salvación.
recomposición
La ausencia de Nano obligará al Racing a recomponer su disposición para jugar en El Plantío. El técnico Miguel Ángel Tena maneja varias alternativas para que la zona central de la defensa y el mediocampo se vean lo menos afectadas posible, aunque lo parece probable es que el preparador racinguista apueste por un once que intente sacar provecho favorable a sus intereses. Entre eso y la capacidad de sus jugadores, el equipo ferrolano confía en competir para anotarse los tres puntos y, de esta manera, estar más cerca de sellar la continuidad en la categoría de bronce.
Será la manera de seguir dando pasos hacia la meta que ahora tiene el equipo ferrolano, la permanencia, y mantener el colchón que le permite no jugar con tanta exigencia. Después, con diez jornadas todavía por disputar hasta el final de la liga regular, el Racing espera no verse en demasiadas complicaciones para salvar una temporada que no ha salido tal y como se esperaba.