El astronauta de la NASA Scott Kelly y su homólogo ruso Mikhail Kornienko regresaron ayer a la Tierra a bordo de una cápsula Soyuz tras pasar 340 días en la Estación Espacial Internacional.
El aterrizaje tuvo lugar en Kazajistán. Junto a ellos viajó también Sergey Volkov, de la agencia espacial rusa Roscosmos, que llegó a la estación el 4 de septiembre de 2015. “La misión de Scott Kelly de pasar un año a bordo de la Estación Espacial Internacional ha ayudado a avanzar en la exploración del espacio profundo y el viaje de América a Marte”, dijo el administrador de la NASA Charles Bolden. “Scott ha convertido en el primer astronauta estadounidense que ha pasado un año en el espacio y, al hacerlo, nos ayudó a dar un gran paso para poner un pie en Marte.”
Kelly y Kornienko participaron específicamente en una serie de estudios para estudiar el trayecto de la NASA a Marte, incluida la investigación sobre cómo el cuerpo humano se adapta a la ingravidez, el aislamiento, la radiación y la tensión de los vuelos espaciales de larga duración.
El hermano gemelo idéntico de Kelly, el exastronauta de la NASA Mark Kelly, participó en estudios paralelos en la Tierra para ayudar a los científicos a comparar los efectos del espacio en el cuerpo y la mente hasta el nivel celular. Un proyecto de investigación particular examinó los cambios de líquidos que se producen cuando los fluidos corporales se mueven en la parte superior del cuerpo durante la ingravidez. Estos cambios pueden estar asociados con cambios visuales y un posible aumento de la presión intracraneal, que son retos importantes que deben ser entendidos antes que los humanos amplíen la exploración más allá de la órbita de la Tierra.