El jueves arranca la legislatura en el Congreso, pero el Gobierno no ha parado desde que Rajoy fue investido. Tanto el presidente como los miembros del Ejecutivo han mantenido reuniones para abordar los asuntos prioritarios. Lógicamente, encima de la mesa del Consejo de Ministros las proyecciones macroeconómicas que hay que enviar a Bruselas. El Gobierno prevé una mejora de dos décimas del crecimiento hasta situarlo en el 2,5%, con el que espera reducir el esfuerzo de reducción del déficit a la cifra inicialmente conocida y que ronda los 5.500 millones. Pero el Gobierno no está solo en esto. La siguiente prioridad es la elaboración de los Presupuestos. Después vendrá la financiación autonómica, el Sistema de Pensiones, la Ley de Educación y la negociación con los agentes sociales.
A esa reunión no asistirán los representantes de los autónomos, a pesar de que va a ser un asunto prioritario. Lo fue en las negociaciones del pacto entre el PP y Ciudadanos para apoyar a Rajoy y lo era en el programa electoral de los populares. Parece que el borrador de la futura Ley de los Autónomos está avanzado. Son muchas las medidas que esa norma va a contener y que afectarán a más de 3 millones de autónomos. Entre otras medidas prevé cambios en la cotización, cotizar por el tiempo trabajado, el régimen de recargos, bonificaciones en la cuota y la clarificación de los gastos deducibles en los que incurren en el ejercicio de su actividad.
Pero la gran incógnita es cómo abordará el Gobierno el necesario ajuste que hay que realizar para cuadrar las cuentas y ajustarlas al objetivo de déficit marcado por Bruselas. ¿Se recortarán gastos o se subirán impuestos? Esta es la pregunta a la que habrán de responder el gobierno y los partidos y para lo que no hay mucho tiempo.