Fuentes policiales señalan que la paliza brutal que provocó que un hombre entrara en coma y la
detención de un sujeto como sospechoso de un intento de homicidio estuvo causada presuntamente por una disputa entre un casero y su inquilino, ambos okupas en un edificio situado en la calle de Marconi. Según las mismas fuentes, las víctimas (los agredidos fueron dos) adeudaban el alquiler su agresor, que decidió vengarse abordándoles en el Orzán y provocándoles una paliza.
No es la primera vez que tiene lugar un incidente violento asociado con los okupas de la calle de Marconi. En mayo del año pasado, la Policía Local tuvo que intervenir en dos ocasiones en menos de una hora para impedir de dos grupos acabaran enzarzados en una reyerta callejera. En aquella ocasión no se detuvo a nadie, pero los patrulleros que acudieron a disolver la pelea se incautaron de varias armas que se usaron durante la pelea, como un palo de escoba, un cúter y una cadena metálica. Lo curioso es que la casa okupa en cuestión está a dos calles de la comisaría de la Policía Local.
fuerzas especiales
La agresión que tuvo lugar el 20 de este mes fue mucho más brutal y motivo la intervención de las fuerzas especiales de la Policía Nacional, los GOES, así como la Policía Judicial, que montó un operativo de vigilancia en la zona para detener al “Casero” este jueves. Según fuentes de la Jefatura Superior, fue necesario dada la peligrosidad del individuo.
No es para menos: la agresión del día 20 había enviado a los dos okupas al hospital. Una de las víctimas fue dada de alta poco después, tras habérsele sido suturada la herida abierta que le había provocado el sospechoso, pero el estado de la víctima era mucho más grave y los médicos decidieron que era necesario operarle para salvarle la vida. A pesar de los mejores esfuerzos del personal médico del centro hospitalario, el paciente no evolucionó favorablemente. Días después, cayó en coma, y tuvieron que llevarle de nuevo a la UCI, donde una nueva operación consiguió evitar su muerte.
pesquisas
Mientras tanto, los agentes de al Policía Judicial habían iniciado sus investigaciones, que les llevaron hasta el barrio de Monte Alto. En su favor jugaba el hecho de que la agresión se había cometido en plena calle y delante de testigos, algunos de los cuales reconocieron al autor, puesto que es bastante conocido en la zona.
Por eso, para tratar de confundir a las autoridades, el sujeto se había recortado el pelo y la barba que lucía cuando cometió el delito, pero la treta no sirvió de nada porque el sujeto ya era conocido por las autoridades debido a
que había cometido agresiones con anterioridad. Los policías
de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta de la Brigada Provincial lograron reconstruir el itinerario que siguió el sospechoso en su huida, y aquella pista fue determinante para averiguar su posible domicilio
y lograr identificarlo a pesar
de sus precauciones.