Que el Copacabana es una de las grandes canteras del kayak polo nacional no es ninguna sorpresa. La entidad departamental no solo es uno de los grandes precursores de esta disciplina en nuestras fronteras, sino que, gracias a su trabajo desde la base, se ha convertido en uno de los clubes que surten a las selecciones española y gallega, sobre todo a esta última.
Con varios de sus combinados compitieron el pasado fin de semana en la localidad castellonense de Burriana siete de los deportistas del club en el Campeonato de España por federaciones autónomas. Un torneo que, si bien solo deparó una medalla para los locales, los volvió a poner a nivel individual en un buen lugar.
La presea de plata se la embolsó Yolanda Hermida en el cuadro femenino. El conjunto “irmandiño” solo encajó una derrota en la primera fase, lo que lo catapultó a las semifinales de su cuadro. En ellas no tuvo mayores problemas para derrotar a Madrid en esa ronda (7-2) y disputarse el título con Murcia. Ahí, poco pudo hacer Galicia ante un adversario muy sólido en defensa que había dominado ya la fase de grupos y que solventó con claridad con un marcador de 7-0. Yolanda Hermida fue con siete goles, además, una de las principales realizadoras de su equipo.
Su hermano Adrián y Hugo González representaron al Copacabana en el combinado gallego. Un equipo que tuvo un papel discreto en la primera fase, en la que solo ganó dos de los tres partidos que disputó. Madrid lo apeó de la lucha por el oro en las semifinales (4-2) y Andalucía le arrebató el bronce (3-5). La cuarta posición dejó un sabor un tanto amargo en un equipo en el que, a nivel personal, Hugo González y Adrián Hermida, con seis y cuatro goles, tuvieron un papel destacado.
El concurso de los locales se completó con la presencia de Yago Fernández, Lucas García y Martín Sanz en el combinado sub 23; y de Pepe Couto, en el sub 18. Dos categorías en las que, de nuevo, Galicia rozó el podio pero se quedó sin premio.
Madrid, en el caso del conjunto de mayor edad, y Murcia, en el de menor, impidieron a los combinados “irmandiños” hacerse con un bronce para el que, sobre todo el último de estos equipos, había hecho grandes méritos. En él, Pepe Couto, con nueve dianas, fue uno de los máximos anotadores de su formación.