El mayor Josep Lluís Trapero ha considerado irresponsable la promesa que hizo el entonces conseller Joaquim Forn de que los Mossos permitirían votar el 1-O, ya que el dispositivo conjunto de la policía catalana, la Guardia Civil y la Policía Nacional no tenía otra finalidad que impedir el referéndum ilegal.
Pendiente de ir a juicio por rebelión en la Audiencia Nacional, Trapero ha aceptado testificar en el juicio a la cúpula del "procés" en el Tribunal Supremo, donde ha comparecido acompañado de su abogada, Olga Tubau, para defender el dispositivo de los Mossos y expresar su incomodidad por la situación que tuvo que gestionar.
La testifical de Trapero ha quedado interrumpida cuando llegaba al momento clave, sus reuniones con el presidente Carles Puigdemont los días previos al 1-O. Sus explicaciones quedan en el aire por un tecnicismo que deberá resolver la sala por la tarde: Vox, que ha citado al mayor, no le ha preguntado por ello, lo que puede impedir que las demás partes le interroguen sobre la cuestión.
Ante el tribunal, Trapero ha destacado que los anuncios de Forn, nada más tomar posesión como conseller de Interior en julio de 2017, de que los Mossos permitirán que se votara con normalidad el 1-O, eran encajados "muy mal" en el cuerpo de la policía autonómica, especialmente cuando tenían la orden judicial de impedirlo.
Trapero ha indicado que Forn le advirtió de que una cosa eran sus declaraciones públicas a favor del referéndum y otra la función de la policía, a la que siempre trató con "respeto", si bien ha afirmado que su promesa de que los Mossos permitirían votar tenía un un "punto de irresponsabilidad".
El mayor ha admitido que el referéndum era "ilegal" y ha insistido que el dispositivo para impedirlo era "conjunto" entre los Mossos, la Guardia Civil y la Policía Nacional, bajo la "supervisión" del coronel Diego Pérez de los Cobos.
Según Trapero, el dispositivo de los Mossos "no tenía otra finalidad" que impedir el referéndum. "¿Nos hubiese encantado que hubiese más resultados? Sí, hubo los que pudimos hacer entre todos", ha reconocido.
Según los datos que ha ofrecido Trapero, los Mossos cerraron un total de 134 colegios el 1-O (104 por los antidisturbios), unidos a los 250 que no se consiguieron abrir.
Respecto a las concentraciones ante la consellería de Economía por los registros del 20S, Trapero ha asegurado que ofreció a la comitiva judicial una salida "segura" para abrirse paso entre la muchedumbre, mediante una "cápsula" de 20 agentes del servicio de escolta de Mossos, reforzada por un cordón de antidisturbios separado a su vez de los manifestantes por otro de voluntarios.
Según el mayor, que ha insistido en que se implicó "personalmente" en la salida de la secretaria judicial, ese cordón de antidisturbios se empezó a montar, pero no llegó a completarse porque al centro de coordinación de los Mossos les llegó la información de que el registro se iba a retrasar por problemas técnicos.
A las 11 de la noche, ha detallado Trapero, recibió una llamada del titular del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona apremiándole a facilitar la salida de la secretaria judicial, por lo que se optó por ofrecerle la alternativa, igualmente "segura", de abandonar el edificio por la azotea, sin volver a montar el cordón policial para "ahorrar tiempo".