La presbicia o vista cansada es un defecto ocular que suele afectar a la mayoría de la población a partir de los 50 años como consecuencia del envejecimiento del ojo, pero en los últimos años se está percibiendo un mayor número de casos en población más joven, de 38-39 años, como consecuencia de la excesiva exposición a pantallas de ordenadores, tablets y teléfonos móviles.
“Empezamos a ver vistas cansadas limitantes para el trabajo que adelantan su aparición unos 10 años”, reconoció el director médico del Instituto Oftalmológico Tres Torres (IOTT), Emilio Juárez, que además explicó que esta mayor precocidad de la presbicia se ha producido en apenas 5 años. Esta disfunción de la lente ocular está causada por una degeneración progresiva del cristalino que le impide enfocar de cerca, lo que hace que los pacientes sientan una incapacidad progresiva para poder leer, pesadez en los ojos, picor o incomodidad, incluso después de tan solo media hora leyendo algo de cerca.
Además, lamentó que es poco probable que la aparición cada vez más precoz de este problema pueda revertirse, e incluso teme que vaya a más, ya que “lo único que lo evitaría o retrasaría es reducir el tiempo de uso de estos dispositivos, y cada vez estamos más enganchados”.
En su centro, cada vez operan a pacientes más jóvenes de este problema. “Alrededor del 10% de todas la cirugías para corregir la presbicia se dan en este colectivo, que hace tan solo cinco años eran una excepción y solo representaban el 0,5% de estas intervenciones”, según este experto. Al analizar otros factores de riesgo como la presencia de otros trastornos oculares, vieron que padecer miopía o hipermetropía no adelantaba su aparición.