Como es tradición, Ferrol celebró la primera gran romería de la temporada en Chamorro, un evento que congregó a miles de personas que, a lo largo del día, se animaron a subir al monte en el que se encuentra el templo del siglo XVI y su Virgen para pasar una jornada festiva. Aunque a primera hora de la mañana el tiempo no parecía presagiar nada bueno, a medida que se acercaba el mediodía las condiciones meteorológicas mejoraban, llegando incluso el termómetro a sobrepasar los 19 grados.
“Otro año más”, decían muchos al encontrarse con vecinos y amigos a su llegada a las puertas de la ermita. Así, ataviados con ropa cómoda, bastones, gorros y cualquier otra prenda que amparase del sol, fueron muchos los que emprendieron la subida al monte bien por la pista asfaltada o bien por la ladera. Como en años anteriores, un minibus subió hasta la iglesia a personas con movilidad reducida, provocando en las horas puntas algún que otro atasco.
La ermita acogió misas desde las diez de la mañana cada hora, siendo la última a la una de la tarde y celebrándose a su término la tradicional procesión de la Virgen, que salió del templo a las 13.45 horas acompañada de la música de Os Estrobos.
Como no podía ser de otra forma, las tradicionales rosquillas –la docena osciló entre los 3 y los 5 euros– cosecharon un gran éxito tanto entre los romeros que fueron de pasada como en los que se quedaron a comer en las inmediaciones del templo, aunque los helados también formaron parte de la imagen general de Chamorro ayer debido al buen tiempo. De hecho, uno de los lugares donde más calor se concentró fue en el soportal de la ermita debido a la cantidad de velas encendidas.
Policía Local y Nacional, Bomberos, Protección Civil e incluso una empresa de seguridad privada velaron ayer por la normalidad en la festividad, que se saldó sin incidentes.
Así, ferrolanos y visitantes que esperaron a emprender su vuelta a casa hasta el último minuto despidieron ayer la resaca de la Semana Santa en el Lunes de Pascua ofreciendo algunos velas y exvotos a la Virgen del Nordés y otros, simplemente, cumpliendo con la tradición para pasar una jornada animada y disfrutar de las vistas de la ría desde la cima del Chamorro.