El mundo de la cultura despidió ayer a una de las figuras más activas del panorama cultural de los últimos 30 años: Luis Mera  Naveiras (Ferrol 1942-2015). Jubilado de la antigua Bazán, donde se inició como aprendiz, fue uno de los impulsores de la actividad del Ateneo Ferrolán, del que ostentó su vicepresidencia entre 1978 y 1983, y desde el que desempeñó un importante papel en la recuperación de la memoria histórica de personajes como Rafael Dieste, Luís Seoane, Lorenzo Varela, Antonio Machado, León Felipe, García Lorca y Alberto Sánchez.
En esta misma época comenzaba su actividad en el ámbito musical, como crítico, creador y animador. Además de ejercer la crítica tanto en prensa –fue colaborador de Diario de Ferrol bajo el pseudónimo de Juan M. Charlón, una tarea que dejó cuando el cáncer que padecía le impidió acudir a los conciertos de la temporada de la Sociedad Filarmónica Ferrolana– como en revistas especializadas, también promovió muchas iniciativas relacionadas con este arte, siendo uno de los impulsores del Concurso Internacional de Piano del que fue miembro de su jurado hasta 2003. Luis Mera creó y escribió además un espectáculo de música didáctica para alumnos de EGB en el que fusiona diversos lenguajes expresivos.
Siempre en un discreto segundo plano, su sello, una garantía de éxito, se encuentra detrás de numerosas actividades del Club de Prensa, del que era secretario, en especial de la revista Ferrol Análisis, del que era miembro fundador y de su Consello de Redacción. Entre 1993 y 1995 de-sempeñó el cargo de asesor cultural, en una de las etapas programáticas más prolíficas del Concello de Ferrol.
Su trabajo como dinamizador cultural de la ciudad durante más de tres décadas le valió en 2007 el premio de Cultura de Diario de Ferrol  cuya distinción “tratarei de honrar coa forza que me queda e saber acumulado”, decía por aquel entonces.
Luis Mera formaba parte de la sección de Música e Artes Escénicas del Consello da Cultura Galega desde 2003, renovando su representación en el año 2008. Además propició el descubrimiento de compositores locales como Juan José Castro o el músico cedeirés Bernardo Freire, que desarrolló su carrera en el exilio (Uruguay). Descubrió y dio a conocer la obra compositiva del pianista José Arriola, “Pepito Arriola”, del que el Consello da Cultura Galega editó las partituras y la biografía de su autoría en un volumen titulado “Arriola. Obra Musical”.
Con especial satisfacción hablaba de los cursos de verano “Pensamento Español Contemporáneo Carlos Gurméndez”, promovidos por el Club de Prensa y la Universidade da Coruña, y que coordinó como secretario.
Su trayectoria vital, siempre ligada al mundo de la cultura, le valió la Insignia de Oro que el Concello de Ferrol le concedía el pasado año, aunque su prolífico legado quedó patente en el homenaje cívico que sus amigos le rindieron en junio de 2013 cuando el auditorio de Novacaixagalicia –hoy Afundación– se quedó pequeño. “Esta ofrenda coral que me ha sido regalada, representa para mí el mayor reconocimiento en mi ya agotada vida cívica. Me encuentro en la mediocridad de mi vida y este acto es un sueño para mí, para este ‘moldeador de bularcamas’ y constructor de las mejores ‘catedrales del mar’ que se hacen y se hicieron dentro de las murallas”, señalaba en referencia a su pasado en el astillero en una de sus pocas intervenciones públicas. Durante el acto también tuvo palabras de recuerdo para el Grupo de Metales Santa Cecilia, del que fue impulsor. “Fueron 20 años de vida, de experiencias, de hallazgos novedosos realizando música escénica para los niños. Fue algo único y novedoso en Galicia”, indicaba con gratitud, la misma que mostró a Juan Durán, compositor que le dedicó una obra que se estrenó en el propio acto.
Ayer el Tanatorio Artabria, donde desde el pasado domingo descansan sus restos mortales –será incinerado hoy a las doce del mediodía y sus cenizas descansarán bajo un nogal en Loiba (Ortigueira) por su expreso deseo– fue nuevamente testigo del cariño y admiración que le profesaban los suyos.
Representantes del Consello da Cultura Galega, autoridades municipales, miembros del tejido cultural y social de Ferrol y amigos y familiares le rindieron un último homenaje en el que tomaron la palabra el presidente de la Real Academia Galega, Xesús Alonso Montero, el director asociado de la Real Filharmonía de Galicia, Maximino Zumalave, el presidente del Club de Prensa de Ferrol, Siro López y el almirante Miguel Ángel Fernández. La música de Piazzolla tampoco faltó en su despedida.