En pleno clima de precampaña de unas elecciones catalanas a las que el president Quim Torra aún no ha puesto fecha, la activación de la mesa de diálogo entre la Generalitat y el Gobierno de Pedro Sánchez ha ahondado los recelos entre el expresidente Carles Puigdemont y ERC.
La mesa de negociación, fruto del acuerdo de investidura sellado a principios de enero por el PSOE y ERC, nunca ha acabado de convencer a JxCat, que pone el acento en la desconfianza del independentismo hacia el Estado, y de ahí su insistencia en la presencia de un mediador que certifique los acuerdos que puedan alcanzarse.
Días después del deshielo entre la Generalitat y el Gobierno escenificado en Madrid, sin embargo, la vía del diálogo fue blanco de las críticas en el multitudinario acto que congregó a miles de independentistas este sábado en Perpiñán, en apoyo a Puigdemont. El político de JxCat llamó ayer a preparar un “escenario B” en caso de que la negociación con el Estado fracase sin renunciar a la vía unilateral, opción que no ha abandonado pese a considerar que debe ser el último recurso.
Puigdemont evitó el sábado aludir a la mesa de diálogo y llamó a las bases independentistas a prepararse para “la lucha definitiva”, pero ayer sí se ha referido a ello, para rebajar expectativas.
“El “sit and talk” (sentarse y hablar) no puede ser un ‘wait and see’ (esperar y ver), tiene que ser las dos cosas”, advirtió en Catalunya Ràdio Puigdemont, según el cual hay que “estar en estado de preparación, que quiere decir a veces movilización, a veces acciones de desobediencia o empoderamiento de la sociedad”.Inisitó en que su apuesta pasa por celebrar una consulta como el que hizo Montenegro en 2006
En respuesta a los mensajes contra la mesa de diálogo escuchados en Perpiñán y a las palabras de ayer de Puigdemont, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, advirtió a JxCat de que “sería un error” y “una irresponsabilidad” contraponer la negociación con el Estado a “la movilización” de la ciudadanía catalana, ya que ambas cosas, ha dicho, “son compatibles y complementarias”.
Vilalta reprochó a JxCat que “tiempo atrás” reivindicara el “sit and talk”, “porque creían que era imposible que tuviera lugar una negociación de gobierno a gobierno”, y en cambio, “ahora que existe, dicen que no sirve para nada”. Vilalta insistió en que la mesa es una oportunidad para avanzar hacia la independencia.