La crisis migratoria por la llegada masiva de pateras a las costas españolas, que mantiene los servicios de acogida colapsados, ha provocado que España pida a la Comisión Europea ayuda de emergencia para afrontar este problema, mientras se abre todavía más la brecha entre los partidos políticos, con duras críticas de PP y Ciudadanos a la actuación del Gobierno.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dirigió una carta al presidente de la CE, Jean-Claude Juncker, para pedir asistencia de emergencia adicional, una solicitud que Bruselas “está examinando”, según dijo ayer la portavoz comunitaria de Interior, Natasha Bertaud. El Ejecutivo comunitario “está al corriente” y “sigue” la situación en la ruta del Mediterráneo occidental, dijo en referencia al aumento de los flujos migratorios a España, una situación que “no es nueva”, añadió Bertaud.
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, de visita en Mauritania para reforzar la lucha contra la inmigración irregular, también solicitó a la Unión Europea que se implique más con Marruecos y alabó la lucha de ese país contra este fenómeno, ya que también recibe flujos desde el sur del Sáhara y del Sahel y está haciendo “un importante papel de regularización”. Grande-Marlaska rechazó rotundamente el uso de concertinas en las vallas fronterizas de Ceuta y Melilla, y desestimó autorizar el uso de material antidisturbios para frenar a los migrantes que saltan las vallas.
Asimismo, el Gobierno español y mauritano se comprometieron a reforzar su cooperación en materia de seguridad para evitar la reapertura del “frente sur migratorio” desde las costas del Atlántico, después del último repunte en las salidas de pateras desde las costas del Mediterráneo occidental. A pesar del aumento de inmigración a costas españolas, las autoridades marroquíes aseguran que no hay “ninguna actitud deliberada” de dejar pasar un mayor número de personas hacia España y defendieron que el aumento del flujo se debe al cierre de la ruta hacia Europa por Libia.
Mientras tanto, en la costa andaluza continúa el rescate de pateras en aguas del Estrecho y del Mediterráneo, que mantiene los centros de acogida y los servicios de atención colapsados, situación que se repite en Ceuta después del masivo salto a la valla de la semana pasada.
La crisis avivó las diferencias de discurso entre los principales partidos, sobre todo después de la posición que defendió el domingo el líder del PP, Pablo Casado, cuando dijo que no es posible facilitar papeles a los millones de inmigrantes que quieren venir a Europa ni es sostenible un Estado del bienestar que pueda absorber a todos. El secretario general del PP, Teodoro García, considera que en el problema de la inmigración irregular los inmigrantes son “las víctimas” y las mafias que negocian con ellos las “culpables”, pero también cree que el “responsable” y quien debe poner soluciones es Pedro Sánchez.
Asimismo, el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, en su visita al perímetro fronterizo de Ceuta con Marruecos, señaló que no se puede “mirar para otro lado” ante el “problema de la inmigración irregular” y pidió al Gobierno de Sánchez ir “más allá de las ocurrencias, del buenismo y de los comités de marketing, que solo están creando un efecto llamada”. La ministra del Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, Magdalena Valerio, que ayer visitó el nuevo centro de acogida temporal y derivación de inmigrantes de Chiclana de la Frontera (Cádiz), calificó de “impresentable” que líderes políticos, como Casado o Rivera busquen un “camino hacia la confrontación” entre los españoles y los inmigrantes.
Este nuevo centro, el Complejo Campano, utilizado para celebrar desde campamentos a bodas, cambia ahora su uso temporalmente y en sus 40 hectáreas podrán reunirse entre 600 y 700 inmigrantes para aliviar la situación de la costa gaditana. El PSOE andaluz fue más allá y acusó a Casado de “agitar el miedo, la xenofobia y el racismo” con sus declaraciones, a la vez que alertó sobre el peligro de unos posicionamientos que le sitúan “en la derecha más de derecha del PP”.
Este colapso también afecta a los cuerpos y fuerzas de seguridad, por lo que el director general de la Guardia Civil, Félix Azón, tiene previsto realizar hoy visitas a las comandancias del instituto armado de Algeciras y Ceuta. l