Durante el verano la zona rural se llena de visitantes por sus paisajes y playas. Este año también ha sido protagonista por la falta de mantenimiento y así lo han denunciado en varias ocasiones, desde grupos de la oposición municipal hasta de entidades vecinales y asociaciones.
Los desbroces o, mejor dicho, la falta de ellos, ha llamado la atención de vecinos y visitantes, que, en ocasiones, han destacado la falta de visibilidad o la peligrosidad de las carreteras y pistas por alta maleza.
Todavía continúan las quejas pero estas se han visto multiplicadas por casi treinta demandas conjuntas de las asociaciones de vecinos de las distintas parroquias del rural de Ferrol.
Esta semana se reunieron y celebraron una asamblea conjunta, encabezada por el presidente de la agrupación de entidades, José Polo, en la que manifestaron unánimemente su descontento con la atención que se les está prestando desde el Concello y que, de forma individual, se ha ido trasladando ya a distintas concejalías.
Los representantes vecinales han elaborado un lista de más de 25 demandas comunes que reclaman que se solventen y que harían que todas las parroquias se viesen beneficiadas. Entre estas unas aluden al estado de carreteras o instalaciones de distinto tipo, otras a servicios de los que carecen en el rural y otras a cuestiones que no dependen exclusivamente de la administración local pero para las que piden que desde el Concello ferrolano, como organismo más próximo al ciudadano, se gestione alguna solución.
De este modo, los representantes vecinales de las parroquias coinciden en señalar las deficiencias del transporte público y demandan mayores frecuencias y un bus circular que atienda a todos los vecinos. Asimismo, reclaman un servicio que permita a los habitantes de la zona rural estar en Serantes o Ferrol entre las 7.45 y 8.00 horas para realizar análisis en los centros de salud o la gratuidad para los menores en los servicios –del mismo modo que sucede con las líneas del transporte metropolitano– y buenas comunicaciones para el bus escolar.
Relacionados con el servicio público está también la petición de aglomerado en los viales que tienen líneas de autobús, aparcamientos en el entorno del centro de salud de Serantes o la reposición de personal en este ambulatorio –suplencia de un médico por jubilación y matrona–.
Además de la necesidad de desbroces, las carreteras padecen otras carencias como pintado en general, reposición y mantenimiento de señales de tráfico, necesidad de un carril bici entre Doniños y San Jorge, un quitamiedos en la carretera de O Vilar, rebacheo de los viales –las entidades vecinales destacan que la de Vilar Outeiro es muy peligrosa– o la limpieza de cunetas, señalando que con lo poco que ha llovido estos días ya se han cubierto las carreteras de agua ante la imposibilidad de que esta discurra por las cunetas.
José Polo, en nombre de las entidades, también ha aludido a servicios generales que hacen que la zona rural se convierta en “tercermundista” como los problemas para efectuar en algunas parroquias la conexión a internet y enviar correos electrónicos.
Demandas “históricas” como el alcantarillado en Doniños, San Jorge, Covas, Marmancón o Esmelle, vaciado de fosas sépticas, mayor control de los maderistas que dejan muchas pistas destrozadas o tomar medidas como las batidas contra el jabalí por los destrozos que ocasionan en las cosechas figuran en las quejas que aúnan a todas las parroquias.
La mejora de los parques infantiles y la instalación de otros nuevos, así como de parques biosaludables –critican que en la zona urbana haya un gran número frente a la escasez en el rural– completan el largo listado de demandas.