A un paso de otra victoria

A un paso de otra victoria
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Aunque la primera sensación es la de haber perdido dos puntos, en realidad el que el Racing sumó ayer frente al Deportivo Fabril tiene más valor que el meramente numérico. El empate ante uno de los mejores equipos del grupo 1 confirma que está en la buena línea si lo que quiere al final de la liga regular es mantenerse en la categoría. Estar en ventaja en el marcador durante muchos minutos –y ser también dominador de la situación– lo confirma. Así que al menos el empate guarda el regusto dulce del trabajo bien hecho.
El Racing volvió a ponerse el traje de equipo atrevido, sólido, compacto, ese que viste desde la llegada al banquillo de Ricardo López, para erigirse en dominador del encuentro ante el Deportivo Fabril. De hecho consiguió que a su rival apenas se le viese durante los primeros minutos, mientras que en su cuenta se registraron varias llegadas a la portería contraria que, aunque no se tradujeron en ocasiones demasiadas claras, sí confirmaron que el cuadro verde era el dominador.
El control racinguista, que con el paso de los minutos se fue haciendo más intenso, encontró premio poco antes de llegar al minuto veinte. Fue entonces cuando Joselu remachó a la red de tacón un balón suelto tras un saque de esquina para poner por delante en el marcador el equipo ferrolano. Y, aunque ese tanto obligó al Deportivo Fabril a estirarse en busca de la portería contraria, de ahí al final su tibio dominio no se tradujo en ocasiones claras como para marcar.

Alternativas
Empezó la segunda parte y parecía que el Deportivo Fabril iba a asediar la portería racinguista en busca del empate, pero en realidad el Racing retomó enseguida el control del encuentro, sobre todo porque durante muchos tramos del partido tuvo la posesión. Sin embargo le faltó claridad a la hora de resolver en los metros finales y eso fue lo que hizo que apenas fuese capaz de crear ocasiones de gol.
Así que, con el paso de los minutos, el partido se introdujo en un escenario en el que la intención del Racing era mantenerse replegado y buscar su oportunidad a la contra. En cambio, el Deportivo Fabril aprovechó su superioridad físca para rondar con frecuencia la portería visitante. Lo que pasa es que los centros laterales y las acciones a balón parado se convirtieron en su único recurso para crear peligro.
Tuvo que ser así –un saque de banda–, acompañado de un error de la zaga visitante, como llegó el empate cuando Romay, solo y libre dentro del área, resolvió la situación de mano a mano en la que se quedó con Mackay. Quedaban unos minutos para el final y, aunque unos y otros dispusieron de ocasiones para anotar, el marcador no se movió más. Para el cuadro verde fue la tercera jornada sin perder –las mismas que el filial deportivista lleva sin ganar–, aunque le queda el regusto de haber estado cerca de la victoria.

A un paso de otra victoria

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