Los Rolling Stones reanudaron ayer en Oslo su gira mundial después de dos meses de parón debido al suicidio de L’Wren Scott, pareja de Mick Jagger. La muerte de la diseñadora el 17 de marzo en su apartamento de Nueva York obligó a suspender las actuaciones en Australia y en Nueva Zelanda de la veterana banda de rock, con más de medio siglo sobre los escenarios. Este concierto será el primero de 14 en países europeos, que incluirán, actuaciones en Lisboa, París o el Festival de Roskilde.